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Arrancamos ganando, pero empieza un segundo tiempo distinto

Los primeros meses de la economía de Javier Milei salió todo a pedir de boca. El manejo eficiente del gobierno desactivó el riesgo de hiperinflación en el contexto de una de las peores herencias que se recuerden. Los datos muestran que el riesgo país bajó a la mitad, las acciones argentinas medidas en dólares volaron y la opinión pública bancó una recesión severa. En lo macro se vio un Banco Central comprando más de 15,000 millones de reservas y un tesoro que ya selló un trimestre de superávit financiero con alta probabilidad de que en abril veamos un cuarto mes. La inflación, si bien sigue siendo muy alta, llegó a valores inferiores a los que estimábamos a principios de año. El reacomodamiento de precios relativos no terminó, pero está encaminado. El empresariado acompañó y Wall Street, incluyendo a los Elon Musk desde mundo, también.

Media ley, tasas bajas y postergaciones extemporáneas

Una buena semana para la agenda del gobierno. Lo más importante fue la media sanción de La Ley bases. Como se esperaba fue un tanto accidentada, pero salió. Los números para el Senado no están del todo claros, pero nuestra visión es que hay más chances de que se apruebe que de un rechazo. Pero la política es mucho más difícil de proyectar que las variables económicas. De aprobarse, habrá buenas noticias fiscales con el restablecimiento del impuesto a las ganancias, el blanqueo, moratoria y nuevo esquema de bienes personales en el que muchos contribuyentes pueden adelantar los pagos de los próximos 5 años. También hay actualización para el monotributo, una soga para esos contribuyentes a los que la inflación los empequeñeció.

Baja la tasa: una apuesta en muchas direcciones

El gobierno decidió bajar la tasa 10 puntos porcentuales y ahora la tasa de política monetaria (los Pases pasivos que toma el Banco Central) está en 60% anual en TNA u 82% en tasa efectiva anual. En nuestro escenario preveíamos una baja de tasas, pero más sobre el mes de junio con un descenso de la inflación más consolidado. Es decir, fue una sorpresa, pero no una tormenta en un día soleado.

La inflación juega a favor en abril, pero no cantemos victoria

Los datos de alta frecuencia que medimos en cadenas de supermercados del Gran Buenos Aires (alimentos y productos de cuidado personal) nos mostraron una deflación por primera vez desde que hacemos este ejercicio. Hay muchos peros porque nuestra canasta no es idéntica a la del INDEC y la muestra de comercios es más chica, pero aún así en los últimos meses los alimentos que medimos tuvieron trayectoria bastante similar a la de los subíndices de alimentos del índice de la Ciudad de Buenos Aires y la del INDEC para el Gran Buenos Aires.

Baja de tasas y levantamiento gradual

El Banco Central bajó 10 puntos la tasa de interés de política monetaria que pasó de 80 a 70% anual. Ahora los bancos empezaron a pagar plazos fijos en torno de 60% anual. Hay argumentos para bajar la tasa. El primero es que las tasas de mercado ya estaban muy bajas. Las implícitas en futuros y en bonos iban por ese lado. El gobierno sabe que el límite es que la tasa tiene que ser mayor a la devaluación proyectada y menor a la inflación para mantener el apetito por el peso, aunque la ecuación es menos simple de lo que parece.

La política económica a dos velocidades

El gobierno tiene diferentes marchas. Por un lado, el equipo económico avanzó en liberar precios y licuar gastos en forma agresiva sin preocuparse demasiado por las consecuencias. Por otro lado, está siendo muy cauto en flexibilizar el cepo, y unificar el tipo de cambio. Se puede entender que hubiera preocupación de que una liberalización completa terminara en una crisis cambiaria que pudiera descarrilar el programa en su conjunto, con lo cual se explica que al principio fueran con pie de plomo y muy cautos al momento de flexibilizarlo.

Los dólares del colchón y la competencia de monedas

El gobierno tiene el diagnóstico correcto. Al menos eso es lo que piensa la mayoría de los economistas, incluyendo los de Econviews. Alinear precios relativos, mostrar solvencia fiscal y que el Tesoro no tome más deuda del Banco Central. No hay controversias, o al menos no mayúsculas. En donde surgieron distintos matices es con la forma de la política fiscal y monetaria y sobre todo con el tema cambiario. El FMI aparentemente se lo planteó a Caputo y Milei cuando dicen que dijeron que el ajuste debería tener una sintonía fina.

El mercado la ve

Los pergaminos del equipo económico están claramente sesgados a las cuestiones financieras. Y ese es el área donde resultados más tangibles han conseguido Luis Caputo y Santiago Bausili. Tuvieron la dosis de suerte que siempre se necesita ya que el riesgo país bajó fuertemente en todos los países de América Latina en un mundo en donde volvió el “search for yield”. Pero como dice el refrán: a la suerte hay que ayudarla. Y en este caso fue mucho más que suerte.

Los 100 días de Milei: primera prueba superada

Se cumplen los primeros 100 días de gobierno de Milei. Un experimento para el sistema político argentino. Como ya se demostró en este poco tiempo, la política es precisamente el eslabón más débil de la gestión de Milei. Las principales figuras del gobierno no tienen experiencia en el sector público y el establishment también tiene que acostumbrarse a una nueva forma de comunicación y política que impone Milei.

El Pacto de Mayo, una buena oportunidad

La apertura de sesiones ordinarias del Congreso dejó mucha tela para cortar. Hubo insultos hacia “la casta”. La clase media en general apoyó el discurso y hubo un final conciliatorio. Alivio para las provincias y el Pacto de mayo. Más allá del estilo particular del presidente, al final todos sabemos que buscar consensos es un punto de partida saludable para reducir la volatilidad de la economía argentina, quizás el síntoma más obvio de los desajustes estructurales.

A todos les llega el ajuste

El gobierno nacional está embarcado en la misión de mejorar las cuentas nacionales por 5 puntos del PBI. Nosotros no somos tan optimistas, pero creemos que es muy probable que al menos se alcance un equilibrio primario, lo que sería muy meritorio por lograrse en un año recesivo. Más aún creemos que si se logra el equilibrio primario el riesgo país podría caer a la mitad de lo que está hoy y bajar a cerca de 800 puntos para principios de 2025.

La marcha del programa: aprobado con creces

Esta semana estuvo en Buenos Aires Gita Gopinath, la número 2 del FMI. Vino con parte de su equipo y se encontró con el presidente de la nación y varias figuras del sector privado. Estuvo elogiosa del programa y marcó algunos desafíos que enfrentará el equipo económico en las próximas semanas o meses. Aprovechamos su visita y nosotros también pasamos revista a estos 75 días de gestión.

To V or not to V. ¿Cómo será la recuperación de la actividad?

La Argentina está transitando el peor momento de la recesión. Esto era esperable dado el necesario reacomodamiento de precios relativos que, si bien está encausado, aún no terminó. Lo dijo el presidente cuando asumió al hablar de “estanflación”. También la gran mayoría de los consultores estimábamos una caída de actividad en los primeros meses del año. Una cosa es decirlo y otra distinta es vivirlo. La frustración de muchas familias con pérdida de poder de compra, de comerciantes e industriales que no venden es más que entendible. Es al mismo tiempo una amenaza política para el gobierno ya que la opinión pública hace menos de 3 meses le dijo a Milei que avance, pero quizás no todos estaban conscientes de la inevitabilidad de un ajuste severo.

Las consecuencias económicas de no tener Ómnibus

La caída de la Ley ómnibus es un golpe político para Milei. Su reacción poco conciliadora aseguró que el tablero político quede caliente por el resto del verano. La pregunta es cómo le pega eso a la economía. La recesión e inflación que tenemos en estos días no tiene relación con la cuestión política. La recesión ya había empezado con Massa de la mano de gigantes problemas de oferta con los pagos de importaciones detenidos y expectativas malas. El salto inflacionario es función del reacomodamiento de precios relativos incluyendo la suba de 118% del dólar del 13 de diciembre. El tema que queremos pensar es el impacto en los próximos meses.

En el fondo somos amigos. Muchos consejos, pero no hay plata.

Como era de esperar el Directorio del Fondo aprobó la revisión del programa de Argentina, aunque dejó en claro que Massa incumplió todas las metas. El FMI aplaude el esfuerzo fiscal que promete el gobierno, entendiendo que es el ancla del programa. También queda claro que gran parte de la reducción del déficit está basada en impuestos transitorios, como el impuesto país, y que se evaluará más adelante la mejor forma de consolidar el ajuste inicial.

Una buena semana para el gobierno

Y sigue sigue la marcha de la Ley ómnibus y del Decreto de Necesidad y Urgencia. Ya se consiguió dictamen de comisión con lo cual la semana que viene va al recinto de diputados donde se espera que la Ley quede aprobada en general. Quedará la discusión sobre algunos artículos donde el gobierno no tiene mayoría, como la suba de retenciones y la fórmula de ajuste de las jubilaciones. En el camino quedaron las reformas del código civil, de la ley penal, de la reforma electoral y de la privatización de YPF entre otras que no son fundamentales en esta etapa para la reducción del déficit fiscal.

Una semana movida: Una de cal y otra de arena

Termina una semana con buenas noticias en el frente parlamentario y nuevas preocupaciones en el frente cambiario. La ley ómnibus, aunque con varias modificaciones, sigue avanzando en el Congreso. Lo importante es que el gobierno va a conseguir gran parte de lo que buscaba en lo fiscal que es hoy lo más importante de la agenda económica. Seguramente va a haber cambios en la fórmula para ajustar las jubilaciones y pensiones, se fijarán límites a la venta de acciones de YPF y de activos del FGS, pero de cualquier manera con esto el gobierno se acerca (aunque al final no llegue) a las metas que están en el acuerdo con el FMI. Lo único que queda pendiente es el cambio del mínimo no imponible en ganancias.

Una semana positiva para la macro

Los planes de estabilización son animales complejos. En cada decisión hay muchos caminos probables con resultados que no son tautológicos. Lo que sí sabemos en que estos procesos no son lineales. Hay momentos en donde las cosas salen y otras no salen. Esta semana termina con sabor positivo. Hay 3 hitos (que no son independientes entre sí) que ayudan a generar buena onda sin que esto implique que se haya ganado la batalla.

Dilemas en la política y en la economía

El gobierno está en un brete. Sabemos que Javier Milei y su equipo tienen la convicción de resolver los problemas económicos tal que se estabilice la economía. Tienen el diagnóstico correcto. Por eso lanzaron, en su segundo día de gestión, un programa fiscal que apuntar a tener superávit primario en este 2024, quizás más ambicioso de lo que muchos creíamos. Lo mismo se puede decir del shock cambiario que apunta a alinear precios relativos sin gradualismo. Y también vale para la intención de hacer reformas estructurales rápidas y sin anestesia. Sin embargo, tras un lanzamiento auspicioso que generó esperanza y se reflejó en los índices de confianza en el gobierno y confianza del consumidor, empieza a bajar la espuma y se ve un camino más sinuoso. Surgen problemas que no tienen resolución fácil. Siempre supimos que los inconvenientes llegarían. Pero ahora que son tangibles podemos analizarlos más de cerca.

Una revolución contra la casta, sujeta a la política y a la estabilización

Milei presentó su decreto de desregulación, un deja vu de aquella medida presentada por Domingo Cavallo el 1 de noviembre de 1991. El contenido es verdaderamente revolucionario, mejorando la organización de los mercados en muchísimos sectores. Desde el mercado de trabajo, el inmobiliario, el automotriz, el aerocomercial y también derogando leyes que quedaron en desuetudo, pero eran amenazas en futuros gobiernos. El mercado reaccionó positivamente y los empresarios dieron su ok fuerte y claro en “on the record”. Hasta ahí todo bien. Si consigue pasar por el Congreso y la Justicia, será un salto de productividad para la economía argentina y un alivio para los consumidores. Es parte de lo que la Argentina necesita para desarrollar su potencial, que en nuestro criterio es importante.

Las primeras impresiones siempre son importantes

La primera impresión fue buena. Falta mucho, pero fue un buen comienzo. El gobierno anunció entre martes y miércoles los primeros pasos para resolver el embrollo económico en el que se encuentra. Sorprendió positivamente el anuncio fiscal, con más ajuste del que se pensaba (queda colchón por si algo no sale) y con una mezcla de suba de impuestos y reducción de gastos que lo hace más digerible. La reversión de la baja al impuesto a las ganancias personales es especialmente positiva porque repone un tributo progresivo y le da gobernabilidad poniendo plata en las arcas provinciales.

Vientos de cambio, desafío monumental

La Argentina está ante una nueva oportunidad. La situación económica tocó fondo. Es sabido que siempre se puede estar peor, pero también es un cliché decir que estas crisis se pueden convertir en oportunidades. Creemos que hay ambiente de cambio. Muchos de quienes votaron a Milei en la segunda vuelta hoy lucen más esperanzados que hace unas semanas. Hay expectativa de que se implementen una serie de reformas microeconómicas y macroeconómicas que saquen a la Argentina de este letargo de 12 años sin crecimiento y más de 40% de pobreza. De la macro hablamos mucho, pero lo micro es algo que a veces no dimensionamos.

Los desafíos de la Motosierra

La mayoría de los economistas (incluyendo los que hacemos Econviews) creemos que el ajuste fiscal es condición necesaria para estabilizar la economía. Es decir que Javier Milei tiene el diagnóstico correcto. La analogía de la motosierra que usó en la campaña fue un tanto explícita, pero no menos correcta.

Milei quiere, ¿sabe y puede?

Finalmente es Milei, la esperanza le ganó al miedo y el voto fue por el cambio. Pero el camino que enfrenta la economía es complejo. No se va a transitar por una autopista, por el contrario, es un camino sinuoso, empantanado y lleno de obstáculos en el que si todo sale bien al final podemos llegar al valle encantando, pero nada asegura que no pase algo en el camino y terminemos en una ciénaga.

Las políticas económicas de Massa y Milei

Comparamos la mirada fiscal, monetaria, cambiaria y de otras políticas económicas de cada candidato.

No hay tierra prometida sin temporada en el desierto

La economía argentina acumula muchos problemas importantes. Tiene reservas negativas, restricciones cambiarias soviéticas, un tipo de cambio atrasado, 12 meses sin crecer, una inflación que tiene un piso de 180% para este año y más de 40% de gente debajo de la línea de pobreza. El déficit fiscal primario transita su décimo cuarto año consecutivo, no hay acceso al crédito y el mercado le asigna altas probabilidades a un default soberano en los próximos 3 años. Las cantidades exportadas totalmente estancadas y siguen los ejemplos.

Un modelo con agujeros por todos lados

Los números preliminares de octubre probablemente cuenten la historia de una desaceleración en los precios. La inflación probablemente se haya movido entre 9 y 10%. En el último trimestre los precios subieron alrededor de 38-39% mientras que el tipo de cambio lo hizo un 26.5%, lo que marca una apreciación real importante.

Elecciones con mucho en juego

Todas las elecciones presidenciales son vistas como muy importantes, pero esta da la sensación de ser doblemente importante. La Argentina está en una situación límite con una inflación que amenaza con llegar a 200% para fin de año, 12 años de estancamiento, 14 años seguidos de déficit fiscal primario y una situación externa sumamente delicada. El tipo de cambio está atrasado y el gobierno ha mantenido un cepo cambiario soviético en donde las operaciones más sencillas son difíciles o están directamente prohibidas y eso llevó a que el mercado le ponga un precio al dólar que es 3 veces el oficial. Además, hay récord de pobreza y un mercado laboral cada vez más informal, lo que genera una situación social muy compleja que no crea el caldo de cultivo ideal para encarar los cambios que se necesitan.

La necesidad de reformas estructurales

Los escenarios van quedando algo más claros. Filosóficamente hay un oficialismo encarnado en Sergio Massa, que de ganar tendrá que hacerse cargo de los desarreglos de los últimos años. Milei y sus nuevas alianzas probablemente materialicen la hipótesis de un “león herbívoro”. Si bien quedó afuera la opción preferida del mercado, da la sensación de que no vamos a ir hacia Venezuela ni hacia la aplicación de un modelo austríaco abstracto de toda realidad. En ese sentido parecería que los riesgos bajaron ya que probablemente Milei tampoco pueda forzar una dolarización que implique una hiperinflación previa y merced al apoyo de parte del PRO, en caso de ganar termine haciendo un programa más moderado.

900 razones para la huida del peso

El gobierno sigue sin generar nada de confianza. Insiste con los parches que tienen rendimientos decrecientes. Dólar Vaca Muerta, dólar pyme y ahora quizás dólar auto. Desde algunos rincones del oficialismo dicen que el año que viene tendrán superávit primario al tiempo que bajan impuestos sin ninguna lógica y con el único fin de posicionarse mejor antes de las elecciones. El mercado en sentido amplio, es decir no sólo los integrantes del sistema financiero sino todos los que tienen o pueden tener pesos gritan a coro “desconfío”, como en el viejo juego de naipes.

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