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Después de subir 19 puntos en septiembre, el ICF ganó otros 32 en octubre llegando a 59.5 unidades, quedando cerca del promedio de 2016-17 (60.2 puntos). El alza fue mayormente gracias a las condiciones locales, que treparon 28 puntos a 42.9 unidades, máximos desde abril de 2018 cuando empezó la crisis cambiaria. Las condiciones externas mejoraron 4 puntos a 16.6 unidades, antes de las elecciones en EEUU.
El ICF subió 21 puntos en septiembre, afianzándose en zona de confort. Midió 30.4 puntos, su mejor registro desde junio. El alza fue casi enteramente gracias a las condiciones locales que subieron 20 puntos a 17.8 y alcanzaron el nivel más alto desde las PASO 2019. En cambio, las condiciones externas ganaron apenas 1 punto y no se recuperaron del sacudón de agosto, aunque siguen en zona de confort en 12.5 puntos.
El componente argentino del ICF subió 10 puntos en agosto y está de nuevo en zona de confort. Después de dos meses de zozobra, el mercado recuperó confianza en el plan oficial. El Merval ganó 4%, el riesgo país dejó de subir y la inflación núcleo se acomodó entre 3 y 4% (en septiembre puede ser menos por la baja del impuesto PAIS). La brecha cambiaria se achicó de 45 a 37%, aunque con intervención del BCRA. No hubo cambios en los “fundamentals”, ni los que ilusionan al mercado (el superávit fiscal y bajo nivel de deuda), ni los que lo preocupan (el atraso cambiario). La mayor diferencia con junio y julio es que el BCRA volvió a ser comprador neto de dólares en el mercado oficial, aunque 537 millones no es suficiente para despejar las dudas sobre la salida del cepo o el pago de los vencimientos en dólares más allá de 2025.
El Índice de Condiciones Financieras cayó en mayo por cuarto mes consecutivo, de -127.5 a -159.6, el peor nivel desde abril del 2020, es decir la pandemia. La pérdida mensual es totalmente atribuible a las condiciones financieras locales. La buena noticia es que como el índice es un promedio mensual, el arrastre es positivo y es altamente probable que veamos una mejora en junio.
El Índice de Condiciones Financieras cayó en abril por tercer mes consecutivo, de -111.7 a -130.6, el peor nivel desde julio de 2022. La pérdida mensual no fue peor porque las condiciones financieras internacionales mejoraron, es decir que la parte local del índice desbarrancó el mes pasado.
El Índice de Condiciones Financieras cayó en marzo por segundo mes consecutivo desde -85.8 a -110.8, volviendo al nivel que tenía en diciembre último. La pérdida mensual de 25 puntos fue la más abrupta desde julio pasado, cuando las condiciones locales hicieron derrapar al ICF. En esta ocasión la disminución del ICF fue culpa tanto de las condiciones argentinas como de las variables internacionales, casi en partes iguales.
Después de 3 meses consecutivos de mejoras en el índice de condiciones financieras, el febrero el índice perdió 6.4 puntos pasando de -72.9 a -79.3. De todas maneras, estos valores son una mejora de 67 puntos respecto del piso de octubre del año pasado cuando el ICF estaba en -146.2. El deterioro de febrero fue made in Argentina puesto que el componente local empeoró, mientras las variables que se incluyen en el subíndice global mejorar modestamente.
En enero de 2023 el Índice de Condiciones Financieras (ICF) escaló más de 37 puntos pasando de -110.7 a -74.9 puntos. Esta fue la tercera suba consecutiva que le permitió recuperar más de 70 puntos en los últimos 3 meses del año. Esta es la suba mensual más alta desde mayo de 2020, cuando el índice empezó a rebotar luego del valle de las cuarentenas mundiales. Tanto las condiciones locales como las internacionales contribuyeron a la mejora y va en línea con las buenas performances de activos argentinos y globales.
En diciembre el Índice de Condiciones Financieras (ICF) escaló 30.1 puntos pasando de -137.7 a -107.6 puntos, la segunda suba consecutiva que le permitió recuperar más de 42 puntos en los últimos 2 meses del año. Esta es la suba mensual más alta desde julio de 2020. Tanto las condiciones locales como las internacionales contribuyeron a la mejora.
En noviembre el Índice de Condiciones Financieras (ICF) subió 9 puntos pasando de -151 a -141.9 puntos, de la mano de una mejora en las condiciones financieras locales y una caída muy marginal en las condiciones financieras externas. De esta manera, el ICF recupera luego de dos meses seguidos de caídas. De todas formas, hay una desmejora ostensible respecto de la primera mitad del año en el que el ICF promedió -82.3 puntos. El punto más bajo del año fue julio, seguido de cerca por octubre.
En octubre el Índice de Condiciones Financieras (ICF) cayó 23.7 puntos pasando de -134.8 a -158.5 puntos, impulsado por bajas tanto locales como del sub-índice internacional. Las condiciones globales tocan su peor nivel desde julio mientras que las condiciones locales están en un mínimo desde abril de 2020, es decir el epicentro de la pandemia con todo el país encerrado.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) cayó 17.4 puntos pasando de -126.7 a -144.1 puntos impulsado por bajas tanto locales como del sub-índice internacional. Ahora ambos índices vuelven a estar en zona de stress, aunque el índice global está muy cerquita del equilibrio. Las condiciones locales todavía están mejor que el bajón de julio y en términos relativos empeoraron menos que las internacionales.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) mejoró 30 puntos en agosto, pasando de -159 a -129 puntos, con incrementos tanto en el subíndice local como en el internacional. En realidad, las variables externas fueron el verdadero factótum de esta recuperación. De todas formas, el índice compuesto está en una zona de stress grande que, si bien es mejor que la del mes pasado, todavía es peor que en junio del 2020 en lo peor de la pandemia.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) se hundió más de 50 puntos en julio, pasando de -109.2 a -160.1, el peor registro desde abril de 2020, incluso peor que el de mayo 2020 con el mundo entero encerrado. Hubo deterioro en las condiciones internacionales, pero sobre todo una gran debacle en las condiciones financieras locales que tocaron su mínimo histórico desde 2005, incluso por debajo de la pandemia o tras la sorpresa del resultado de las elecciones primarias de 2019 -aunque la caída mensual fue mayor en este último caso.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) empeoró 7.5 puntos en junio pasando de -106.2 a -113.7, merced a un deterioro de las condiciones financieras argentinas y una mejora muy marginal de las condiciones financieras internacionales. Ambos grupos están en terreno negativo, pero el mundo está en un stress moderado y la Argentina en stress severo.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) volvió a tener un fuerte retroceso en mayo pasando de -92.2 a -108 puntos, lo que lo ubica cerca de valor de marzo cuando tocó -115.9. Las variables externas fueron determinantes ya que tuvieron una fuerte baja y volvieron a terreno negativo. Mientras tanto las condiciones locales mejoraron en el margen, pero nada para celebrar.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) recuperó parte de lo perdido en el mazazo de marzo, pero no volvió al nivel de febrero; un nivel que, dado como empezó mayo, parecería ser difícil de alcanzar. El índice pasó de -116.9 a -86.3 en el último mes, pero en febrero estaba en -64.3. El mes pasado mejoraron tanto las condiciones locales (un poco) y bastante las internacionales.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) se desplomó en marzo con una pérdida de 36.7, la mayor contracción desde abril del 2020 cuando la pandemia impactó de lleno en los mercados. El índice pasó de -69.4 a -106.1, el peor registro desde junio 2020. El viento internacional se puso de frente y sopló fuerte en el mes pasado. Tanto que las condiciones externas se tornaron negativas y la pequeña mejora de las condiciones financieras locales pasó totalmente desapercibida. Con respecto a marzo del 2021 la baja del índice superó los 61 puntos.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) sufrió de manera significativa la turbulencia global desatada a raíz del conflicto armado en Ucrania. En febrero el índice perdió 16.1 puntos, la peor caída desde abril de 2020 cuando se desató la pandemia. El ICF pasó de -53.8 a -69.9. El componente global empeoró más que el subíndice local con una merma de 11.7 puntos mientras que el componente argentino cayó 4.3 puntos.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) cayó marginalmente en enero pasando de -59.7 a -60.0 y así empeoró por séptimo mes consecutivo. En junio de 2021 el índice estaba negativo, pero marcó -18.8, es decir que se deterioró en más de 40 puntos desde entonces. En esta ocasión las condiciones financieras locales empeoraron moderadamente y la pequeña mejora de las condiciones externas no alcanzó a compensar. El panorama para febrero no es positivo ya que en lo que va del mes aumentó la volatilidad de commodities y acciones en el mundo y en la Argentina subió el riesgo país y hubo una discreta caída de depósitos en dólares. La suba de las tasas cortas y largas en Estados Unidos también es una amenaza para la salud financiera.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) cayó casi 8 puntos y se ubicó en -60.1, su peor registro desde diciembre del 2020 y su sexta caída consecutiva; en el segundo semestre desanduvo toda la mejora de la primera parte del año. La caída de diciembre estuvo anclada en una fuerte pérdida del índice de condiciones internacionales mientras que el índice de condiciones financieras locales empeoró sólo levemente.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) cayó casi 8 puntos y se ubicó en -48, su peor registro desde marzo de este año, aunque está mucho mejor que en noviembre del 2020 cuando estaba en -78.4 puntos. La caída de noviembre estuvo anclada en una fuerte pérdida del índice de condiciones locales mientras que el índice de condiciones financieras internacionales tuvo una leve mejora.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) cayó 6.4 puntos hasta -41.3, su peor registro desde marzo de este año, aunque está mucho mejor que en octubre del 2020 cuando estaba en -90.9 puntos. El empeoramiento de octubre fue todo made in Argentina puesto que las condiciones internacionales repuntaron 3.2 puntos mientras que el índice que mide las condiciones locales cayó 9.6 puntos. Ahora el índice global está en 34.6 mientras que el índice local se ubica en -75.9, el peor número desde enero de este año.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) cayó por tercer mes consecutivo pasando de -32.1 a -33.2, volviendo así a los niveles de mayo de este año. En septiembre empeoraron las condiciones internacionales, pero mejoraron marginalmente los indicadores locales. Pero fueron cambios pequeños y en algún caso los promedios mensuales pueden resultar engañosos. El subíndice argentino sigue en zona de stress por amplio margen ubicándose en -64.7, es decir, 5 décimas mejor que en agosto y 2.3 puntos por debajo de junio, el mejor valor de la serie desde las PASO de agosto 2019. Mientras tanto, el subíndice internacional cayó de 33.1 a 31.5, pero está en zona de confort desde hace un año.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) cayó por segundo mes consecutivo pasando de -29.9 a -31.6 y casi volvió al nivel que tenía en mayo pasado. En agosto empeoraron tanto las condiciones locales como las internacionales, aunque en ambos casos la baja fue pequeña. El subíndice argentino sigue en zona de stress por amplio margen ubicándose en -65.4, es decir, 4 décimas peor que en julio y 2.5 puntos por debajo de junio, el mejor valor de la serie desde las PASO de agosto 2019. Mientras tanto, el subíndice internacional cayó de 35.1 a 33.8, pero está en zona de confort desde hace un año.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) interrumpió una secuencia de 3 mejoras consecutivas y cayó en julio, pasando de -23.4 a -32.1. En el mes pasado empeoraron tanto las condiciones locales como las internacionales. El subíndice argentino sigue en zona de stress por amplio margen ubicándose en -67.3, desandando por completo la mejora de junio. Así cortó una racha de ocho incrementos consecutivos que fueron desde noviembre 2020. Mientras tanto, el subíndice internacional cayó de 39.9 a 35.2, pero está en zona de confort desde hace 11 meses.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) mejoró en junio 12.7 puntos y se ubicó en -21.6 puntos, el nivel más alto desde julio de 2019, pese a quedar aún en situación de stress. En el mes pasado mejoraron tanto el componente local como el internacional. El subíndice argentino sigue en zona de stress por amplio margen ubicándose en -61.7, con una mejora de 6.2 puntos, la octava consecutiva desde el pico relativo de octubre 2020. Mientras tanto, el subíndice internacional está en zona de confort desde agosto. En junio tuvo una suba mensual de 6.4 puntos llegando a 40 su mejor valor desde julio del 2014.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) mejoró en mayo 7.4 puntos y llegó a -36. Así igualó el registro de enero de 2020, la primera vez que se llega a un valor pre-pandemia. En el mes pasado mejoraron tanto el componente local como el internacional. El subíndice argentino sigue en zona de stress por amplio margen ubicándose en -69.8 una mejora de 4.5 puntos. Mientras, el subíndice internacional está en zona de confort desde agosto. En mayo tuvo una suba mensual de 3 puntos llegando a 33.8 puntos.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) tuvo su mejor incremento en 8 meses con una mejora de 21.1 puntos para ubicarse en -39.9, el mejor valor desde julio de 2019 y un crecimiento de más de 200 puntos desde su mínimo en abril del año pasado. En abril de 2021 ambos componentes tuvieron buenas performances. El índice de condiciones locales subió 6 puntos y se ubicó en -70.8, es decir que sigue en zona de stress. Mientras tanto, el índice de condiciones externas subió más de 15 puntos para llegar a 30.8 y consolidarse en la zona de confort.
El Índice de Condiciones Financieras (ICF) empeoró marginalmente en marzo pasando de -56.3 a -57.6. La caída ocurre luego de 4 meses consecutivos en que el índice había mejorado. Comparado con un año atrás, la mejora es ostensible ya que en el comienzo de la pandemia el ICF había llegado a -235.4 con un piso en abril 2020 en -276.4. El índice local sigue en terreno negativo, mientras que el componente internacional está en zona de confort. Sin embargo, en marzo el índice local mejoró y el externo empeoró.