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Some hurdles on the way to the election: From Libra to higher country risk

Until now Milei’s image appeared to be bulletproof. Though recently, some of his statements generated criticisms that affected his image. It all started with an unfortunate dissertation in Davos, where he was aggressive with minorities. However, the biggest controversy came from a tweet in which he promoted the token Libra. The price of Libra skyrocketed almost immediately following his tweet, only to collapse a few hours later. In the process, the creators of Libra and some of the early buyers made around 100 million dollars. Although there is no evidence yet that Milei benefited from this maneuver, the fact that he publicized or supported the crypto generated noise around the world and has tainted his image.

El gobierno quiere pasar las elecciones sin sobresaltos en materia cambiaria y además busca seguir bajando la inflación. Bajo esta premisa, esperamos que la unificación cambiaria se dé recién en noviembre. Este no sería un evento disruptivo ya que la brecha, si bien crece con respecto a los valores actuales, no se descontrola. El dólar blend se mantiene un tiempo más y esa oferta en el CCL compensa pagos de importaciones por esa vía, así como también giros de utilidades que no pueden hacerse a través del mercado oficial y demanda por turismo. El Banco Central acumula reservas gracias a la cuenta financiera. El riesgo país cae todavía algo más una vez que se firme el acuerdo con el FMI.

Volatilidad en ascenso. En el plano internacional, siguen las idas y vueltas sobre la política comercial de Trump. En un déjà vu de 2018, la guerra comercial vuelve a escalar: Trump sube aranceles y China y Canadá anuncian represalias. Además, empiezan a aparecer signos de enfriamiento en la economía estadounidense y algunas presiones inflacionarias. El índice VIX, que mide la volatilidad del mercado, subió un 40% en el último mes, mientras que los commodities cotizan a la baja. Lo que más nos preocupa: un posible flight to quality y una mayor caída en los precios de la soja y el petróleo. La experiencia de 2018 muestra que, aunque puede haber desvío de comercio, los precios locales tienden a seguir la tendencia internacional. En Econviews esperamos que la volatilidad persista y que los commodities se mantengan en niveles más bajos en 2025.

Las últimas semanas fueron un verdadero dolor de cabeza para el gobierno. El Merval viene por el tobogán acumulando una caída de más del 20% en dólares en lo que va del año, y el riesgo país pegó un salto de más de 200 puntos hasta 780. La brecha, que hasta hace unos meses se desplomaba como un piano, ahora necesita intervención oficial para no superar el 15%. La buena noticia es que, a pesar del deterioro en las variables financieras —todavía no alarmante— la economía sigue en modo recuperación y la inflación sigue bajando, más allá de cierta resistencia que podría mostrar en febrero y marzo.

La recuperación sigue sorprendiendo. En diciembre, la actividad creció 0.5%, confirmando que el repunte sigue con fuerza. También se corrigieron los datos anteriores: enero y febrero, que parecían flojos, ahora aparecen con signo positivo. Con esta nueva foto, la economía habría caído 1.8% en 2024, pero la remontada de 6.8% entre abril y diciembre deja un arrastre estadístico de 3.2% para 2025. Con este envión, esperamos un crecimiento de 5.5% para todo el año.

¿Qué nos queda del LibraGate? Después del paso en falso de Milei con la promoción del token Libra, vivimos una montaña rusa política y financiera. Acá nuestra mirada sobre el asunto:
o Las primeras encuestas muestran que la imagen positiva de Milei no ha caído y se mantiene alrededor del 50%, pero la negativa ha aumentado y la regular disminuido.
o Hay muy baja probabilidad de impeachment. Hay ruido, pero no volumen, especialmente con el Pro y el radicalismo evitando prender la mecha de la inestabilidad.
o Los mercados miran más allá del escándalo. El episodio sacudió temporalmente el humor financiero, pero los pilares de fondo –superávit fiscal, desinflación y brecha controlada– siguen marcando el ritmo. Sin embargo, aumentó leventemente el riesgo país.

Esta vez, el debate lo instaló el gobierno. Milei salió a defender que no hay atraso cambiario en un artículo en La Nación, mientras desde el oficialismo apuntaron contra voces disonantes como la de Domingo Cavallo, quien afirmó que existe un atraso del 20%, o el CEDES, un centro de investigación prestigioso pero con una visión económica diferente.

¿Toma de ganancias o pérdida de confianza? Tras el boom de 2024, el 2025 comenzó con caídas en el mercado, especialmente en las últimas semanas. El Merval en dólares acumula una baja del 15.6% desde su pico de enero, y el riesgo país pasó de 559 a 673 puntos, en contraste con otros mercados emergentes riesgosos. Seguramente haya algo de toma de ganancias, pero también un poco de nerviosismo con un gobierno que insiste en explicar que no hay atraso cambiario y que no va a devaluar, que interviene en el contado con liqui para contener la brecha, y que solo compra reservas por colocaciones de ON y préstamos en dólares, mientras persiste el déficit en la cuenta corriente. Seguimos siendo constructivos con nuestro escenario, pero tememos que pueda haber turbulencia en los mercados a medida que se acerquen las elecciones.

Argentina se encuentra en una encrucijada: por un lado, el gobierno insiste en recortar la inversión pública para mantener el superávit fiscal, y por otro, apuesta a que la ganancia de productividad compense la apreciación del tipo de cambio real. En esta estrategia se repite casi como un dogma cuando se le pregunta a algún funcionario por la inversión: ¡que lo hagan los privados! Pero… ¿realmente funciona esto en la práctica?

El gobierno quiere pasar las elecciones sin sobresaltos en materia cambiaria y además busca seguir bajando la inflación. Bajo esta premisa, esperamos que la unificación cambiaria se dé recién en noviembre. Este no sería un evento disruptivo ya que la brecha, si bien crece con respecto a los valores actuales, no se descontrola. El dólar blend se mantiene un tiempo más y esa oferta en el CCL compensa pagos de importaciones por esa vía, así como también giros de utilidades que no pueden hacerse a través del mercado oficial y demanda por turismo. El Banco Central acumula reservas gracias a la cuenta financiera. El riesgo país cae todavía algo más.

Sin PASO. Con el apoyo de algunos gobernadores opositores, el Gobierno consiguió dictamen para suspender las primarias de agosto. Si bien buscaba eliminarlas por completo, la suspensión ya es un gran triunfo: le da más tiempo para seguir bajando la inflación y llegar con más oxígeno a octubre. Además, ayuda a calmar la volatilidad e incertidumbre en el tercer trimestre.

A un año de la implementación del plan del Peluca podemos decir que los resultados fueron exitosos. La inflación bajó de manera rápida, la brecha cambiaria se mantuvo acotada, el crédito creció, los salarios reales comenzaron a recuperarse y la actividad económica repuntó. Al mismo tiempo, el Banco Central compró más de US$ 23 mil millones, aunque las reservas no subieron debido a los pagos de deuda.

The international environment is changing rapidly and does not seem to bring the tail wind that Argentina needs. At first glance Trump appears to be good news. This is clearly the case when it comes to providing support in the negotiations with the IMF, as he did with Macri. A call from the White House can help at critical times to unlock the negotiations. However, the impact of his policies on other grounds is not so clear. His policy against immigrants and the idea to increase protectionism may result in higher prices and lead the FED to stop the reduction in interest rates to avoid the resurgence of inflation. There are also concerns that Trump might not address the large fiscal deficit and therefore maintain high borrowing needs which put pressure on long-term interest rates (that have been hovering above 4.5%). This dynamic may trigger a strong dollar, which doesn’t help Argentina. Finally, the new policy of encouraging production of fossil fuels could generate downward pressure on oil prices, which would affect Argentina´s increasing exports of energy.

La actividad se recupera fuerte. En noviembre la actividad económica creció 0.9%, confirmando que finalmente la recuperación se parece a una “V”. Los indicadores de diciembre por ahora vienen muy bien con buenos datos de comercio, construcción, agroindustria y recaudación de impuestos, con lo que esperamos otro mes de crecimiento. Así, mejoramos nuestras proyecciones. Para 2024 esperamos una caída de 2.4% y para 2025 una recuperación de 5.5%, ayudada por un arrastre estadístico de 3.2%.

El gobierno sorprendió al anunciar una baja temporal de las retenciones al sector agropecuario y su eliminación para las economías regionales, aprovechando el excelente resultado fiscal obtenido en 2024. Le medida se da en la antesala de la reunión entre Caputo y la mesa de enlace, donde los productores tenían previsto reclamar menos retenciones. La baja de impuestos se celebra, y es un primer paso importante hacia la eliminación de este impuesto distorsivo que viene asfixiando al sector más competitivo de la economía hace más de 20 años.

Se viene la baja de tasas. Con la ya anunciada baja del crawling al 1% a partir de febrero esperamos que se anuncie una baja de tasas la próxima semana en vísperas de la licitación del Tesoro. Estimamos que la baja podría ser de unos 300 puntos básicos o quizás algo más, lo que llevaría la tasa a 29% o 2.4% mensual. Esto seguiría asegurando un importante diferencial tasa – crawling que incentive el carry-trade de importadores y exportadores. ¿Los riesgos? Que la tasa real quede muy negativa y se caliente la brecha, y que se acentúe la apreciación del tipo de cambio real.

Los argentinos tenemos una tendencia a pensar en dólares, fruto de la inflación que nos castigó durante tantos años. Es casi natural cuando vamos a un restaurante o compramos una remera pasar los precios a dólares para ver si es caro o barato. Y no hay duda de que cuando miramos nuestros ahorros y tomamos decisiones de inversión las pensamos en dólares. En otras palabras, Argentina ya es una economía bimonetaria independientemente del marco jurídico.

La crisis fiscal sigue sin solución. El Congreso licuó el paquete de ajuste propuesto por el gobierno de BRL 70 MM a 44 MM, o de 1.2% a 0.7% del PBI por año en 2025 y 2026. Y todavía no consiguió pasar la reglamentación de la reforma tributaria ni del presupuesto 2025. El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, que representa la línea más pro-mercado dentro del gobierno del PT, está desgastado por las críticas externas e internas.

La inflación sigue baja a pesar del leve repunte de diciembre. En línea con nuestras proyecciones la inflación cerró en 2.7% en diciembre, por encima del 2.4% de noviembre, pero volviendo a mostrar un buen número. Esta vez fue ayudado por una baja de los precios de productos estacionales (principalmente verduras) que cayeron 1.4%. La inflación núcleo, que es la que indica la tendencia inflacionaria, subió en diciembre de 2.7% a 3.2%, un dato que le sacó algo de alegría a la fiesta.

En 2024 el ICF subió 255 puntos, récord desde 2009 (+291). La diferencia es que ese año la suba vino de las condiciones externas, después de la crisis subprime, y este año fue toda por las locales. El rally siguió en diciembre y el ICF se ubicó en 103 unidades, 12 puntos más que en noviembre. El mes pasado, en el plano local se destacaron el Merval, que superó los 2,300 dólares, y las tasas de interés después de un nuevo recorte del Banco Central. Sin embargo, la brecha cambiaria subió a 13% en promedio, con una acelerada de los tipos de cambio paralelos sobre fin de mes. El mundo sigue jugando a favor en el agregado, aunque algunas de las variables más importantes para Argentina, como las tasas internacionales, los precios de los commodities agrícolas o la devaluación del real brasileño, empeoraron en las últimas semanas.

Uno de los grandes éxitos del programa económico ha sido la fenomenal reducción del riesgo país. Bajó de unos 2,000 puntos cuando asumió Milei a niveles de 580 puntos en estos días. Esta mejora no ha sido acompañada en la misma dimensión por mejoras en las calificaciones crediticias que siguen en CCC para las tres grandes calificadores, pero seguramente van a ir mejorando a medida que Argentina mejore su “fundamentals” financieros.

El proceso de desinflación se toma un break en diciembre. Nuestro web scrapping y otras mediciones privadas apuntan a que el IPC de diciembre, que se publica el martes 14, estará algo encima del 2.4% de noviembre por el aumento de la carne y factores estacionales. El dato de la Ciudad de Buenos Aires que sale hoy es un buen anticipo. La inflación puede bajar otro escalón en enero con la eliminación del impuesto PAIS.

El gobierno quiere pasar las elecciones sin sobresaltos en materia cambiaria y además busca seguir bajando la inflación. Bajo esta premisa, esperamos que la unificación cambiaria se dé recién en noviembre del año que viene. Este no sería un evento disruptivo ya que la brecha, si bien crece con respecto a los valores actuales, no se descontrola. En nuestro escenario base se elimina el dólar blend y el Banco Central sigue acumulando reservas. El riesgo país cae todavía algo más.

El año comienza con muchas esperanzas y algunos desafíos. El 2024 dejó logros importantes, como la impresionante mejora en las cuentas fiscales, o la baja de la inflación y de la brecha cambiaria. Al mismo tiempo, la economía empieza a mostrar un sendero de recuperación y, luego de un deterioro inicial, comenzaron a mejorar los salarios reales y los niveles de pobreza.

Se va el 2024 y en Econviews queríamos terminar haciendo un resumen de lo mejor y lo peor del año. Sin dudas fue un año que vamos a recordar y dentro de un tiempo lo podremos poner en contexto histórico. Por lo pronto, esta lista es una contribución para que cada uno vaya sacando sus propias conclusiones antes de las fiestas.

Se calienta la brecha. Los tipos de cambio paralelos se despertaron y acumularon una suba de 6.5% en la última semana llevando la brecha a 12.5%. Diciembre suele ser un mes con mayor demanda de dólares por turismo y el aguinaldo le echa un poco de nafta al fuego. A esto se sumó la última baja de tasas que le quitó atractivo al carry y causó que algunos inversores se tienten a cerrar el trade. Seguramente el Central intervenga con los dólares comprados en el último tiempo. Por ahora, la brecha sigue siendo baja, pero habrá que monitorear cómo sigue esto.

Luego de semanas de inestabilidad, el miércoles 11 el Banco Central subió 100 bps la tasa Selic a 12.25%, sorprendiendo al mercado que esperaba 75. El comunicado dio a entender que volverá a subir de a 100 en las próximas dos reuniones, dejando la tasa en 14.25% para marzo. No llegaba tan alto desde 2016. El anuncio no alcanzó para tranquilizar al Real, que sigue cotizando en 6.06 por dólar, depreciándose 4.4% en el último mes. La Bolsa de São Paulo perdió 2.4% en ese lapso, arrastrada por los bancos. El jueves el Banco Central volvió a intervenir en el mercado cambiario, con ventas por USD 4 MM como en noviembre.