Informes
El gobierno sorprendió al anunciar una baja temporal de las retenciones al sector agropecuario y su eliminación para las economías regionales, aprovechando el excelente resultado fiscal obtenido en 2024. Le medida se da en la antesala de la reunión entre Caputo y la mesa de enlace, donde los productores tenían previsto reclamar menos retenciones. La baja de impuestos se celebra, y es un primer paso importante hacia la eliminación de este impuesto distorsivo que viene asfixiando al sector más competitivo de la economía hace más de 20 años.
Se viene la baja de tasas. Con la ya anunciada baja del crawling al 1% a partir de febrero esperamos que se anuncie una baja de tasas la próxima semana en vísperas de la licitación del Tesoro. Estimamos que la baja podría ser de unos 300 puntos básicos o quizás algo más, lo que llevaría la tasa a 29% o 2.4% mensual. Esto seguiría asegurando un importante diferencial tasa – crawling que incentive el carry-trade de importadores y exportadores. ¿Los riesgos? Que la tasa real quede muy negativa y se caliente la brecha, y que se acentúe la apreciación del tipo de cambio real.
Los argentinos tenemos una tendencia a pensar en dólares, fruto de la inflación que nos castigó durante tantos años. Es casi natural cuando vamos a un restaurante o compramos una remera pasar los precios a dólares para ver si es caro o barato. Y no hay duda de que cuando miramos nuestros ahorros y tomamos decisiones de inversión las pensamos en dólares. En otras palabras, Argentina ya es una economía bimonetaria independientemente del marco jurídico.
La crisis fiscal sigue sin solución. El Congreso licuó el paquete de ajuste propuesto por el gobierno de BRL 70 MM a 44 MM, o de 1.2% a 0.7% del PBI por año en 2025 y 2026. Y todavía no consiguió pasar la reglamentación de la reforma tributaria ni del presupuesto 2025. El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, que representa la línea más pro-mercado dentro del gobierno del PT, está desgastado por las críticas externas e internas.
La inflación sigue baja a pesar del leve repunte de diciembre. En línea con nuestras proyecciones la inflación cerró en 2.7% en diciembre, por encima del 2.4% de noviembre, pero volviendo a mostrar un buen número. Esta vez fue ayudado por una baja de los precios de productos estacionales (principalmente verduras) que cayeron 1.4%. La inflación núcleo, que es la que indica la tendencia inflacionaria, subió en diciembre de 2.7% a 3.2%, un dato que le sacó algo de alegría a la fiesta.
En 2024 el ICF subió 255 puntos, récord desde 2009 (+291). La diferencia es que ese año la suba vino de las condiciones externas, después de la crisis subprime, y este año fue toda por las locales. El rally siguió en diciembre y el ICF se ubicó en 103 unidades, 12 puntos más que en noviembre. El mes pasado, en el plano local se destacaron el Merval, que superó los 2,300 dólares, y las tasas de interés después de un nuevo recorte del Banco Central. Sin embargo, la brecha cambiaria subió a 13% en promedio, con una acelerada de los tipos de cambio paralelos sobre fin de mes. El mundo sigue jugando a favor en el agregado, aunque algunas de las variables más importantes para Argentina, como las tasas internacionales, los precios de los commodities agrícolas o la devaluación del real brasileño, empeoraron en las últimas semanas.
Uno de los grandes éxitos del programa económico ha sido la fenomenal reducción del riesgo país. Bajó de unos 2,000 puntos cuando asumió Milei a niveles de 580 puntos en estos días. Esta mejora no ha sido acompañada en la misma dimensión por mejoras en las calificaciones crediticias que siguen en CCC para las tres grandes calificadores, pero seguramente van a ir mejorando a medida que Argentina mejore su “fundamentals” financieros.
El proceso de desinflación se toma un break en diciembre. Nuestro web scrapping y otras mediciones privadas apuntan a que el IPC de diciembre, que se publica el martes 14, estará algo encima del 2.4% de noviembre por el aumento de la carne y factores estacionales. El dato de la Ciudad de Buenos Aires que sale hoy es un buen anticipo. La inflación puede bajar otro escalón en enero con la eliminación del impuesto PAIS.
El gobierno quiere pasar las elecciones sin sobresaltos en materia cambiaria y además busca seguir bajando la inflación. Bajo esta premisa, esperamos que la unificación cambiaria se dé recién en noviembre del año que viene. Este no sería un evento disruptivo ya que la brecha, si bien crece con respecto a los valores actuales, no se descontrola. En nuestro escenario base se elimina el dólar blend y el Banco Central sigue acumulando reservas. El riesgo país cae todavía algo más.
El año comienza con muchas esperanzas y algunos desafíos. El 2024 dejó logros importantes, como la impresionante mejora en las cuentas fiscales, o la baja de la inflación y de la brecha cambiaria. Al mismo tiempo, la economía empieza a mostrar un sendero de recuperación y, luego de un deterioro inicial, comenzaron a mejorar los salarios reales y los niveles de pobreza.
Se va el 2024 y en Econviews queríamos terminar haciendo un resumen de lo mejor y lo peor del año. Sin dudas fue un año que vamos a recordar y dentro de un tiempo lo podremos poner en contexto histórico. Por lo pronto, esta lista es una contribución para que cada uno vaya sacando sus propias conclusiones antes de las fiestas.
Se calienta la brecha. Los tipos de cambio paralelos se despertaron y acumularon una suba de 6.5% en la última semana llevando la brecha a 12.5%. Diciembre suele ser un mes con mayor demanda de dólares por turismo y el aguinaldo le echa un poco de nafta al fuego. A esto se sumó la última baja de tasas que le quitó atractivo al carry y causó que algunos inversores se tienten a cerrar el trade. Seguramente el Central intervenga con los dólares comprados en el último tiempo. Por ahora, la brecha sigue siendo baja, pero habrá que monitorear cómo sigue esto.
Luego de semanas de inestabilidad, el miércoles 11 el Banco Central subió 100 bps la tasa Selic a 12.25%, sorprendiendo al mercado que esperaba 75. El comunicado dio a entender que volverá a subir de a 100 en las próximas dos reuniones, dejando la tasa en 14.25% para marzo. No llegaba tan alto desde 2016. El anuncio no alcanzó para tranquilizar al Real, que sigue cotizando en 6.06 por dólar, depreciándose 4.4% en el último mes. La Bolsa de São Paulo perdió 2.4% en ese lapso, arrastrada por los bancos. El jueves el Banco Central volvió a intervenir en el mercado cambiario, con ventas por USD 4 MM como en noviembre.
En el discurso para evaluar su primer año de gobierno Milei mostró satisfacción con los logros obtenidos, y fue hecho en un tono más calmo del que nos tiene acostumbrados, lo que es reconfortante. Quedó claro que el 2024 fue el año de la estabilización y de capear la crisis que dejó el gobierno anterior, y el 2025 tendrá que ser el año de consolidación y de crecimiento.
Sigue bajando la inflación. El IPC dio 2.4% en noviembre y se desaceleró respecto al 2.7% de octubre impulsado principalmente por la baja en estacionales (verdura). Se destaca la baja de la inflación núcleo por tercer mes consecutivo de 2.9% a 2.7% dando muestras de la consistencia de la desinflación. La película sigue siendo buena para los bienes, que subieron 1.6% perforando el ritmo del crawling, mientras que los servicios muestran más inercia y se aceleraron levemente a 4.4%. Esperamos un leve repunte de la inflación en diciembre a alrededor de 2.8%.
El ICF subió 90 puntos entre agosto y noviembre llegando a 98.2 unidades, la mejor marca desde enero de 2018. Hay un factor metodológico, la evolución de los depósitos en dólares se mide con el promedio de 3 meses, por lo que el blanqueo sigue explicando 33% de la suba de noviembre. Pero la baja de tasas del Central, la desinflación y el rally de los bonos y las acciones argentinas también jugó a favor. La elección de Trump en EEUU incidió favorablemente en las condiciones financieras, a pesar de la volatilidad del euro, el real y el peso mexicano y cierta suba de tasas que después aminoró.
Hace un año en el país dominaba la incertidumbre y el temor a una crisis de grandes magnitudes. El primer objetivo de Milei fue capear la crisis, pero había preocupación en el mercado porque asumía un gobierno sin experiencia en funciones ejecutivas, con una marcada minoría en ambas cámaras del Congreso, sin gobernadores ni intendentes de su partido y con una situación social delicada y que ante una chispa podía explotar.
El gobierno quiere pasar las elecciones sin sobresaltos en materia cambiaria y además busca seguir bajando la inflación. Bajo esta premisa, esperamos que la unificación cambiaria se dé recién en noviembre del año que viene. Este no sería un evento disruptivo ya que la brecha, si bien crece con respecto a los valores actuales, no se descontrola. En nuestro escenario base se elimina el dólar blend y el Banco Central sigue acumulando reservas, que quedan cerca de salir a terreno positivo. El riesgo país cae todavía algo más.
Habrá que acostumbrarse a un peso fuerte. Cambiamos nuestra visión sobre el levantamiento del cepo. Pensamos que el Gobierno dilatará la unificación cambiaria hasta finales del año que viene por temor a un salto inflacionario antes de las elecciones de medio termino. En el interín, el tipo de cambio real se seguirá apreciando y muy probablemente a principios del año que viene el Banco Central desacelere la tasa de crawl al 1% mensual. Pensamos que el dólar blend se va a eliminar a principios del año que viene para ayudar a que el Central acumule reservas.
Se acerca fin de año y empiezan las preguntas sobre si Argentina tiene los fondos para hacer frente a los vencimientos de deuda del 2025. El número que ronda en el ambiente suena grande, unos 17,000 millones de necesidades financieras en dólares y 11% del PBI de la deuda en pesos. Sin embargo, cuando se miran en detalle el panorama luce mejor y a menos que aparezca un cisne negro, no debería haber problema en enfrentar los pagos y cumplir el programa financiero del año que viene. Tal vez esto explica por qué el riesgo país bajó en estos días a 750 puntos con pronóstico positivo, cuando en julio estuvo en 1,500 puntos.
La recuperación económica viene fuerte. Si bien la actividad mostró una caída de 0.3% en septiembre, la noticia fue la fuerte revisión al alza de los meses anteriores. Así, el tercer trimestre pasó de mostrar un crecimiento de 1.9% a uno de 3.4%. Con estos datos, mejoramos nuestra proyección de PBI para 2024 a – 2.9%, dejando un arrastre de 2.3% para 2025 y un crecimiento que podría superar el 5%, siempre y cuando la salida del cepo sea antes que tarde.
•La brecha en mínimos… ¿se viene? Los tipos de cambio paralelos siguieron a la baja y la brecha ya se encuentra en torno a 10%. El CCL está apenas 2.7% por encima del dólar importador, mientras que el dólar blend aporta un diferencial de sólo 2.1% respecto al oficial. Creemos que el Gobierno podría aprovechar esta dinámica para reducir algunos controles sobre el mercado cambiario (no sólo sobre los flujos comerciales). Recordemos que la restricción cruzada MULC-CCL es muy fuerte y sigue vigente, y el CCL sigue teniendo oferta por el 20% de las exportaciones. Sería bueno ir probando cómo responde el mercado si se relajan algunas restricciones.
El encuentro entre Milei y Trump impactó por haber sido apenas una semana después de las elecciones, y porque fue el primer mandatario en reunirse con el presidente electo desde entonces. La reunión se enmarcó en un contexto donde al gobierno le viene saliendo todo bien. El equilibrio fiscal se consolida como innegociable, la inflación viene bajando más rápido de lo esperado, el riesgo país ya perforó los 800 puntos y Milei sigue manteniendo un alto nivel de apoyo. En el medio, la actividad económica empezó a pegar la vuelta y, aunque de manera lenta los salarios siguen recuperando.
El IPC subió 0.56% mensual en octubre, la mayor variación desde febrero. Los alimentos se encarecieron 1.1% y corren casi al 7% interanual. La inflación núcleo saltó de 0.3 a 0.5% y se salió del rango meta en 4.6% interanual. La devaluación del Real, de 1.5% en promedio durante octubre (ya está en 5.79 BRL/USD), un ajuste de 5% en las tarifas eléctricas y las expectativas desancladas son algunos de los factores que empujan la inflación.
Después de subir 19 puntos en septiembre, el ICF ganó otros 32 en octubre llegando a 59.5 unidades, quedando cerca del promedio de 2016-17 (60.2 puntos). El alza fue mayormente gracias a las condiciones locales, que treparon 28 puntos a 42.9 unidades, máximos desde abril de 2018 cuando empezó la crisis cambiaria. Las condiciones externas mejoraron 4 puntos a 16.6 unidades, antes de las elecciones en EEUU.
Datazo de inflación en octubre. El IPC dio 2.7% en octubre y se desaceleró fuerte respecto al 3.5% de septiembre. La película tiene dos partes distintas. Los bienes ya caminan al 2.1% mensual (casi al ritmo del crawling), mientras que los servicios trotan al 4.3%, presionados por los salarios que se vienen recuperando levemente por encima de la inflación y la recomposición de las tarifas. El dato es muy positivo, y va a ayudar a seguir desinflando las expectativas, un elemento crucial para quebrar la inercia en servicios. Esperamos que en noviembre la inflación siga en torno a 2.7%, y un leve repunte en diciembre.
- semanal
Una prueba de fuego para Milei: el conflicto con Aerolíneas y el legado de Thatcher y Reagan
El conflicto entre el gobierno de Milei y Aerolíneas Argentinas e Intercargo no es solo un choque con un sector sindicalizado o parte del plan de ajuste del gasto; es una batalla crucial para ver si se logra un cambio de régimen, un momento bisagra para poder avanzar con otras reformas estructurales. Si bien el programa macroeconómico es central para frenar la inflación y la estabilidad, la desregulación y las reformas estructurales son cruciales para lograr un crecimiento sostenido.
Volvió Trump: el frente externo empeora, pero festejan los bonos. Finalmente, Trump ganó las elecciones en Estados Unidos y además consiguió la mayoría en el Senado y en principio también en la Cámara Baja. Esto significa que va a tener el camino más despejado para implementar su programa económico: aumento del déficit y una política comercial proteccionista (con riesgo de guerra comercial con Europa y China). El impacto directo va a ser un dólar más fuerte, mayor presión sobre la inflación y las tasas largas, y commodities más débiles, un combo complicado para todos los emergentes. A contramano del mundo, los bonos argentinos subieron fuerte con el triunfo de Trump. La cuestión política prima, y el mercado ve mejores chances de alguna ayuda para lograr un nuevo acuerdo con el FMI. No vemos este camino tan directo, pero quizás es algo más favorable que con Kamala. El riesgo país perforó los 900 puntos.