Los controles siguen siendo efectivos en traer algo de calma en el mercado cambiario y estabilizar el tipo de cambio mayorista apenas por arriba de 56.50 pesos por dólar, aunque el volumen operado en el MAE cayó a niveles de US$ 300 millones diarios.

En la última semana el gobierno introdujo dos medidas para frenar la caída de reservas internacionales.  En primera instancia, re-perfiló los vencimientos de Lecaps, Letes, Lecer y Lelink de cualquier inversor no individuo o de individuos cuya posición se haya comprado con posterioridad al 31 de julio.  Esto implicó un default selectivo y liberó el uso de aproximadamente US$ 6 mil millones de las Letras cuyo vencimiento fue postergado (el re-perfilamiento implica que cada Letra paga 15% en el cronograma original, 25% a los 3 meses y 60% a los 6 meses).  En una segunda instancia, el Banco Ce

Nicolás Dujovne presentó su renuncia como Ministro de Hacienda y su reemplazo es Hernán Lacunza. En su discurso de asunción declaró que las metas fiscales se mantienen dentro de lo pautado con el FMI y que se espera la llegada del equipo técnico para la próxima revisión en breve. A continuación, Guido Sandleris dio una conferencia de prensa y reforzó lo dicho por Lacunza en el sentido de que la prioridad para las próximas jornadas es la estabilidad cambiaria y que se utilizarán reservas prioritariamente para ello y no para recomprar deuda.

Esta semana, sin encuestas por la veda electoral, la noticia fue el recrudecimiento de la guerra comercial entre EEUU y China, que entró en una nueva fase luego de que Trump amenazara con subir 10 p.p. los aranceles sobre US$ 300 mil millones de exportaciones chinas a EEUU a partir del 1 de septiembre. China por primera respondió de forma contundente, depreciando 1.5% su moneda a un mínimo de 10 años, lo que a su vez provocó la respuesta del Tesoro Americano acusando a China de manipular su moneda. Las bolsas, las monedas emergentes y las materias primas se vieron afectadas negativamente.