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Miguel Kiguel: "Un nuevo reperfilamiento de la deuda es totalmente evitable"

05 May 2022

El economista Miguel Kiguel reúne condiciones que lo diferencian a la hora de opinar sobre mercados: pasó por el BCRA y el Ministerio de Economía, se desempeña en la plaza financiera local con fondos de inversión y es doctorado en Economía por la Universidad de Columbia.

En diálogo con El Cronista, que además publica periódicamente sus columnas de análisis, advierte sobre lo que puede acontecer con el dólar y la deuda.

Contrariamente a la opinión predominante en la plaza local, afirma que el reperfilamiento de la deuda por "parte de un nuevo gobierno es evitable si, apenas asumido, logra restablecer la confianza en inversores".

P: ¿Qué tan preocupante es que el BCRA no sume muchas reservas en plena cosecha de soja?

MK: El tema cambiario se complicó el año pasado porque pisaron al dólar. Se esperaba que hubiera una corrección de la brecha con el acuerdo con el FMI pero el organismo dejó pasar cuestiones sobre el tipo de cambio oficial porque había un superávit comercial. Lo único que puso es un objetivo de acumulación de reservas que el grueso tienen que entrar en este segundo trimestre, que es el de la cosecha de soja. Lamentable, en abril, que es un mes en el que el Central compra entre u$s 1500 millones y u$s 1800 millones, compro menos de u$s 200 millones. Existe preocupación en Washington y en el mercado porque el Banco Central no está acumulando reservas. Hay un problema y en un momento se lo tiene que resolver. Al Central le falta de credibilidad. Creo que la situación está complicada.

P: Ahora el BCRA acelera suba del dólar oficial pero la inflación es mayor...

MK: Pasamos a otro tema, que es el tema inflacionario. Hay un problema que es que el gobierno se comprometió con el FMI a devaluar al ritmo de la inflación y no lo viene haciendo. Después hay un segundo problema, que es que el año pasado, el tipo de cambio y las tarifas fueron un ancla para la inflación. La inflación fue 51% pero a pesar de que las tarifas subieron 9-10% y que el dólar subió 21%. Se perdieron esas anclas, no hay un ancla monetaria y no hay un ancla cambiaria. No hay anclas. Tampoco salarios. Ni tasas. Claramente falta un programa anti inflacionario. Lo mejor que podemos esperar es que la inflación se mantenga en estos niveles. Es un tema de rezar en materia económica. En inglés la situación actual se define, en términos de estadística, como un "random walk", un sendero al azar, que es más o menos que sube y baja promovido por distintos shocks. El resto de las variables acompañan. De nuevo, no hay un ancla.

P: ¿El ruido político impacta en el mercado?

MK: Impacta porque vamos a seguir sin programa. Y hasta aparecen dudas sobre si se va a cumplir con el Fondo. Hoy las metas ya han sido rebasadas por la realidad y para cumplirlas hace falta un esfuerzo fiscal, uno cambiario, uno en tarifas. El gobierno dividido no tiene capacidad de implementar políticas económicas y eso pone nervioso al mercado. Por las peleas internas dentro del gobierno, no se puede subir la tasa en pesos, no puede subir las tarifas, no se puede cumplir con el FMI.

P: ¿Habrá otra reestructuración de la deuda en 2024?

MK: Los mercados tienen fresco todavía lo que pasó en el 2019 con las PASO, perdió Juntos por el Cambio y vino el reperfilamiento por Hernán Lacunza que es uno de los candidatos a ser ministro de nuevo. Me parece que la deuda argentina no es excesivamente grande, es una deuda manejable en situaciones normales. El reperfilamiento es totalmente evitable; requiere de señales claras desde el gobierno y la oposición. En última instancia va a depender de que haya confianza en que el nuevo gobierno puede manejar la situación. Con confianza no hace falta un reperfilamiento de la deuda interna ni externa.

P: En cuanto a herencias, la que va a recibir el próximo gobierno ¿va a ser peor que la que recibió Macri en 2015?

MK: Diría que en líneas generales no va a ser peor, pero va a ser dura también. Creo que en el 2015 Macri tenía que subir tarifas 10 veces en algunos casos. Hoy creo que necesitará aumentarlas 3 veces, o sea, el shock nominal debería ser bastante más chico desde ese punto de vista. El atraso cambiario en el 2015 era tremendo con el dólar oficial. Hoy el dólar oficial está atrasado, tenemos brecha, pero no está tan atrasado como estaba en el 2015. Creo que si se empieza a hacer el gasoducto de Vaca Muerta se va a mejorar la situación externa. El déficit fiscal, aunque va a ser seguramente más grande que lo que está en el programa con el Fondo, no creo que llegue a ser como el que dejó Cristina Kirchner, arriba de 5 puntos de déficit primario. Va a ser más chico también desde ese punto de vista. Está peor desde el punto de vista inflacionario, mucho peor y mucho más riesgoso. Tenemos una inflación que hoy se ubica arriba del 60 por ciento y que puede ser más alta también. Con suerte quedará donde está y con mala suerte puede subir un poco más. Eso limita mucho en todo lo que tiene que ver con el realineamiento de precios relativos, pero creo que es una decisión muy difícil porque aparte está el precedente de que en el 2015 no funcionó. Entonces ahí va a ser más difícil atraer capital, va a ser más difícil generar confianza. Esa es otra contra importante porque hay un antecedente de fracaso y ello genera más cautela a la hora de definir inversiones.