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El consumo sigue traccionando. En 2011, el público absorbíó nuevamente una cantidad relevante de tarjetas de crédito a partir de la mayor difusión de las entidades, la emisión de un mayor número de cartones y el entusiasmo de la gente por financiar las compras (no pagar el total). Es que para aprovechar el boom del consumo, los bancos locales mandaron durante el año pasado alrededor de 1 millón de cartas donde se mencionaba que el cliente había sido precalificado para obtener una tarjeta.
Federico Bragagnolo, economista senior de Econviews, adjudica el auge “a un aumento impresionante de la intención del público de financiar las compras y los saldos con tarjeta, que trepó 51% en 2011 comparado con 2010”.
Otra de las razones es que, además de las cartas, se enviaron alrededor de 250.000 tarjetas preembozadas, que son plásticos con el nombre de la persona listos para ser usados apenas el cliente la active.
Durante el 2010 la cantidad de plásticos pasó de 20 a 21,3 millones, mientras que hasta septiembre del año pasado (última cifra del Banco Central), habían sido colocadas 23 millones, y en el mercado estiman que habrían llegado a casi 24 millones a fines de diciembre pasado. Es que, en vísperas de Navidad, es cuando los bancos más dinero destinan para captar nuevos usuarios de tarjetas, al colocar grandes descuentos y cuotas sin interés para que la gente haga los regalos de fin de año. Para esta fecha, un banco puede mandar entre 5.000 y 10.000 preembozadas, y otro tanto hace para el día del padre y de la madre, que es el momento en que más ventas con tarjetas se realizaron en el año.
Para prepararse, los bancos suelen mandar las preembozadas con dos o tres meses de anticipación, ya que deben aprovechar muy bien la inversión. Es que esite un elevado costo del preembozado, que podría estar en torno a los $ 30 por unidad, ya que no sólo deben pagar el plástico con el nombre del titular, sino también el envío de la correspondencia en mano.
Por eso, la mayor parte de las promociones son mediante cartas donde le dicen al potencial cliente que la entidad lo ha precalificado.
Sin embargo, vale resaltar que, en la mayoría de los casos, al año siguiente el usuario deberá pagar el costo de renovación y de resumen. Cada entidad que promocionó este servicio realizó alrededor de 100.000 envíos de estas características durante el año pasado. ¿Cómo consiguen las listas de clientes target? Por un lado, existen bases de datos que se compran, aparte de acuerdos con empresas de consumo, donde se indica cuánto la gente consume, dónde gasta y las líneas de crédito tomadas.