Aclaran que el nuevo índice de precios no hará cambiar el CER

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La Nación

Los bonos en pesos indexados volvieron a liderar ayer el ranking local de mejoras entre los títulos de la deuda pública soberana, al revalorizarse nuevamente del 1,3 al 3,8% en una jornada positiva para la deuda emergente en general.

Ratificaron así el impacto positivo que tuvo el pedido oficial de asesoramiento al Fondo Monetario Internacional (FMI) para la próxima confección de un nuevo índice de precios, un trámite con el que el Gobierno quiere terminar la polémica abierta por la manipulación de estadísticas y dar con una herramienta que haga viable un posible pacto social de cara a las elecciones de 2011.

Lo llamativo es que las mejoras se sostuvieron pese a que el director técnico del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), Norberto Itzcovich, aclaró ayer en una entrevista concedida a la agencia Reuters que el coeficiente de estabilización de referencia (CER), nacido tras la crisis de 2001/02 para tratar de dar garantías a los tenedores compulsivos de bonos de la deuda en pesos, “seguirá funcionando como en la actualidad”, es decir, no será reemplazado por el nuevo índice.

“El CER está basado en el IPC (por índice de precios al consumidor) del Gran Buenos Aires y va a seguir así”, dijo Itzcovich, un técnico con 18 años de trabajo en un organismo cuyos datos pasaron a ser cuestionados desde enero de 2007, cuando el Gobierno desplazó a funcionarios clave de las áreas de medición de precios, poniendo en marcha una intervención de hecho que derivó en burdas manipulaciones.

El funcionario puso en evidencia algo que en el mercado financiero no desconocían. “El nuevo IPC nacional no reemplazará al IPC actual, que sólo releva precios de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires y en el cual se basa el índice CER”, había alertado anteayer la consultora local EconViews.

Pese a la aclaración, los bonos que tienen esta cláusula de ajuste en su capital, que venían de subir hasta 4% el martes, en una jornada de bajas generalizadas para el resto de los títulos, volvieron a embolsar ganancias de la misma magnitud ayer, lo que permite inferir que los inversores no reparan en estos tecnicismos.

“Lo que el mercado festeja es que el Gobierno haya reconocido por primera vez que tiene un problema con la medición de precios. Nadie sabe aún en qué va a terminar este proceso, pero la expectativa es que si el nuevo índice es bueno, el IPC no va a poder seguir quedando desarbitrado”, apuntó el economista Miguel Kiguel, de EconViews, al vincular la reacción de los inversores con un inevitable proceso de sinceramiento.

La deuda emitida en pesos indexados, que representaba casi la mitad del pasivo financiero total del Estado Nacional hasta antes de la intervención en el Indec, ahora sólo explica un 24,4%: el equivalente a unos US$ 37.600 millones sobre una deuda total de US$ 154.230 millones. Pero su incidencia es aun menor si se observa que sólo el 56% de ese total “flota” en los mercados, y el 44% restante está en manos del propio Estado a través de la Anses (88%) y el Banco Central (12%).

Javier Blanco

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