El Índice de Condiciones Financieras (ICF) mejoró en enero y acumuló su cuarta suba mensual consecutiva, de la mano de una nueva recuperación de las condiciones locales, mientras que las externas se mantuvieron estables. Según se desprende del IFC que elabora la consultora Econviews para el Instituto Argentino de Finanzas (IAEF), hubo una mejora de trece puntos en el indicador, que se ubica en los 91 puntos, si bien aún las condiciones en la Argentina marcan que la economía se encuentra en un estrés severo.
El ICF en enero avanzó 13,4 puntos en el mes para ubicarse en -91,0 puntos, en zona de estrés severo. Este nivel es comparable con el del colapso de las condiciones externas en los meses finales de la crisis financiera de 2008/09, aclaró la consultora. De esta forma las condiciones financieras continuaron en la senda de la recuperación, aunque permanecen aún en zona de estrés severo, producto del colapso de las condiciones locales en agosto y septiembre, tras el impacto de las PASO. Para Econviews, en los últimos cuatro meses se viene dando una lenta pero hasta ahora sostenida recuperación, que se tradujo en un repunte de las reservas internacionales gracias a la compra de dólares por parte del Banco Central, una tenue suba de los depósitos en dólares del sector privado y una disminución del riesgo-país, entre otros efectos. Así, las condiciones locales mejoraron 12 puntos en el mes, en tanto que las condiciones externas avanzaron apenas 1,4 puntos, para alcanzar un total de 13,4 puntos en el índice general elaborado por Econviews.
El repunte de las condiciones locales se apoyó sobre todo en una menor depreciación esperada, el recorte de tasas en pesos y la baja del riesgo-país. Aun así, se ubican en niveles de peores registros desde la crisis 2001-2002, aunque mejorando respecto al piso de septiembre, cuando el subíndice había sufrido de lleno el impacto de los resultados sorpresivos de las PASO de agosto, consideraron. El subíndice de condiciones externas se mantuvo prácticamente estable, ya que mejoró apenas 1,4 puntos, su quinto avance mensual consecutivo, contribuyendo positivamente al indicador general de las condiciones financieras del país. Es su quinto avance mensual hasta ubicarse en 34,9 puntos. Las condiciones externas hace más de un año que se encuentran en zona de confort. El avance mensual fue empujado por una mayor confianza entre bancos y mejoras en la liquidez global. La mejora de los últimos meses se explica por los avances comerciales entre EE.UU. y China, los buenos datos de EE.UU. y el relajamiento monetario de los bancos centrales. Si bien en el caso de la Fed ya no se esperan nuevas bajas de tasa de política para 2020, el BCE sigue con la compra de activos. En cuanto a las economías emergentes y en particular Latinoamérica, cedieron levemente las presiones políticas que tuvieron comienzo en octubre pasado y habían causado volatilidad, analizó el estudio.
Así, el ICF en enero se ubicó 65 puntos por debajo del registrado un año atrás. Este deterioro anual se explica completamente por una caída de 100 puntos en las condiciones locales, producto de la fuerte suba en el riesgo país, una menor confianza en los bancos y mayor riesgo legislación. Las condiciones externas, por su parte, contribuyeron a compensar esta caída, en tanto muestran una mejora de 35 puntos respecto a un año atrás, sobre todo por mejores condiciones para los emergentes y la buena performance de las acciones en EE.UU. Con todo, el ICF se ubica muy lejos de los máximos de 70 puntos alcanzados a fines de 2017, aseguró el informe.
Al analizar las variables que pueden darse en el futuro cercano, IAEF sostuvo que la economía argentina siempre creció en forma sostenida cuando las condiciones financieras se mantuvieron en zona de confort durante un lapso prolongado. Ante el reciente colapso de las condiciones financieras, cabe esperar que la actividad económica siga cayendo durante buena parte del año 2020. Recordemos que valores negativos del índice o cualquier variable corresponden a situaciones de estrés mayores al promedio histórico, valores positivos a situaciones de confort y cercanos a cero a condiciones relativamente normales. Justamente, el lunes en su Informe de Política Monetaria, el Banco Central dio cuenta del empeoramiento de las condiciones financieras de empresas y familias durante buena parte de 2019. Niveles que comparó con los observados durante la crisis internacional de 2008/2009. Para graficarlo, la entidad sostuvo que en el segmento en pesos se verificó una caída del crédito hasta valores mínimos desde agosto de 2005, mientras que los préstamos en pesos a las personas se redujeron por la caída del crédito al consumo.