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Pese a la baja de la tasa de interés, el crédito al sector privado no deja de caer

21 Enero 2020

La tasa de referencia de la economía bajó del 85% al que se adjudicaban Leliqs en los meses de agosto y septiembre al 50% actual y sin embargo, esta baja sigue estando lejos de reanimar el crédito productivo. Si bien es cierto que de la reducción de 35 puntos porcentuales, 23 puntos fueron tras el cambio de gobierno, la situación del financiamiento al sector privado está complicada por factores que exceden a la tasa de interés. Ya el punto de partida es adverso. Pese a los valores nominalmente mayores, en términos generales el crédito sigue evolucionado sistemáticamente por debajo de la inflación. De acuerdo a datos del Banco Central del mes de diciembre: "En términos reales y ajustados por estacionalidad, los préstamos totales en pesos al sector privado presentaron una contracción de 2,1% en el mes, completando el año con una caída real de 25,2%".

Para el equipo de economistas del Banco Provincia, que el crédito siga cayendo pese a la baja de tasas: "responde a la pobre dinámica de los créditos personales y de garantía real, que no pudo ser compensada por la buena performance de las líneas comerciales y el pago con tarjetas de crédito".

En diciembre, los préstamos efectuados en pesos al sector privado aumentaron 3% mensual, nuevamente por debajo de la inflación y acumularon una caída real del 23,6%. "En el análisis desagregado, se observa que los préstamos comerciales fueron los más dinámicos, al superar en 5,3% a los otorgados en noviembre ($25.931 millones). Ello se manifiesta en un contexto en el cual las empresas siguen tomando deuda en pesos y cancelando deuda en dólares. Asimismo, los bancos optaron por colocar parte de su liquidez en préstamos para capital de trabajo y descuento de cheque, en detrimento a la colocación en Leliq. En este sentido, el rubro documentos a sola firma se incrementó 7,2% mensual ($ 19.524 millones), mientras que los adelantos en cuentas corrientes crecieron 2,9% mensual ($6.407 millones), y concretaron el octavo mes de aumento consecutivo.

Los créditos al consumo experimentaron un crecimiento mensual de 2,3%, lo cual implicó una merma de 4,3 p.p. con relación a lo observado en noviembre", detallaron desde el Banco Provincia. Y aunque el Banco Central se haya comprometido en sus objetivos 2020 a estimular "la participación del financiamiento productivo a largo plazo, particularmente el destinado a las micro, pequeñas y medianas empresas", lo cierto es que esta iniciativa no resulta convincente para proyectar que este año el crédito productivo muestre un aumento sustancial. Así lo explicó la calificadora de deuda Moody's este lunes: "En Argentina, el impacto de los sucesivos shocks cambiarios y la incertidumbre de las políticas exacerbada por el cambio de gobierno continúa socavando la confianza del inversor y del consumidor, lo que lleva a una caída de depósitos. A pesar de la elevada liquidez, los bancos siguen expuestos al riesgo soberano por ser grandes tenedores de activos del Tesoro y del Banco Central".

La economista Lorena Giorgio EconViews explicó a LPO que: "Todavía no estamos viendo un derrame de la baja de tasas de interés en mayor crédito productivo, y esto es un problema en la medida en que derive en una mayor liquidez que vaya a parar a la brecha cambiaria. En tanto el Banco Central siga bajando tasas sin prisa pero sin pausa, el impacto en la toma de crédito podría demorar un poco más. Aun faltan certezas acerca de la dirección que finalmente tomará el sendero actual de la política económica que está llevando adelante el gobierno. En tanto esta incertidumbre siga flotando sobre la economía argentina será muy difícil que la actividad gane impulso por el lado del crédito productivo y la inversión, sino que será más bien a través de otros canales. El crédito al consumo seguramente será mucho más dinámico que el productivo durante los próximos meses".

"Hasta que la tasa no ceda al 20%, difícilmente se vea una recuperación del crédito productivo. Eduardo Costantini en su momento lo dijo: 'Al 9% anual, me fundo' y esto es una realidad para todas las empresas que quieran encarar una inversión de largo plazo", acotó el analista de mercados Francisco Uriburu.

Por su parte, el economista y director de la consultora Eco Go, Martín Vauthier, consideró que "Se vio una disminución en las tasas, en especial en los adelantos en cuenta corriente, los préstamos de muy corto plazo para capital de trabajo de las empresas. Éstos y los descuentos de documentos comerciales vienen creciendo desde el reperfilamiento de las Letras por los malos motivos, es decir, porque muchas empresas se quedaron con sus fondos atrapados en esos instrumentos. Pero no es crédito para financiar proyectos de inversión de largo plazo, este tipo de crédito no existe en la Argentina por la elevada inflación y el fondeo de corto plazo de los bancos ni va a existir en los próximos meses". "Para que nazca este tipo de crédito es necesario que la gente deposite su dinero en el banco en pesos y a largo plazo. Eso no sucede ni va a suceder hasta que no haya una estabilidad macroeconómica sostenida. Si el Banco Central apura la baja de tasas sin antes haber estabilizado la macro y reestructurado la deuda, la brecha cambiaria se ampliaría y cualquier incentivo a la producción por el lado de la baja de tasas se vería opacada por el aumento de la inflación y la mayor incertidumbre. Seguir bajando la tasa ya no tiene impacto en la actividad productiva. Muchas veces los créditos baratos terminan siendo el camino para que las empresas acumulen inventarios dolarizados, es decir comprando dólares. La estabilidad es el mejor camino para reanimar el crédito, no la baja de tasas con medidas de corto plazo", concluyó Vauthier.