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A. Fernández propone un reperfilamiento "a la uruguaya": alargar plazos sin quita

27 Septiembre 2019

Desde Córdoba, Alberto Fernández disertó en la Fundación Mediterránea. Todos los ojos están puestos sobre el candidato presidencial más votado de las PASO y cualquier anticipo sobre su próxima gestión. Este jueves 26/9 hizo referencia a la deuda que Argentina tiene con el FMI. El candidato presidencial del Frente de Todos dio un discurso en el marco de una actividad organizada por el Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana que depende de la Fundación Mediterránea. Alberto Fernández dijo que la deuda es el gran "condicionante" de la Argentina actualmente, y criticó la "magnitud" de la misma. Sin embargo, también dijo que va a cumplir con los compromisos asumidos por el Estado argentino.

"Yo siento que esa deuda vamos a poder afrontarla en una negociación seria y sensata con los acreedores y vamos a ganar tiempo para crecer", dijo Fernández, "por las condiciones internacionales, no va a ser difícil hacer algo parecido a lo que hizo Uruguay, lo he hablado con inversores internacionales. No va a haber dificultades para lograr eso. Es ganar tiempo y no hacer quitas", dijo el candidato presidencial.

Y continuó con críticas a Macri: "Los acreedores sienten que les mintió y también sienten que el Gobierno perdió el poder político que tuvo otros años. Y aspiran a poder discutir en otro tiempo con quien gobierne la Argentina en el futuro. En estas condiciones la Argentina no puede pagar la deuda". Y agregó: "En otras épocas esto se llamaba default. Por la era del posmodernismo lo llamamos reperfilamiento, pero en el fondo lo que decimos es que no podemos pagar".

También dijo que lo que sucedió en 2005, cuando Néstor Kirchner canceló las obligaciones de deuda, fue distinto: "Esa era una deuda que se había acumulado desde la dictadura. Había acumulado décadas. Pagamos todo lo que la Argentina le debía al Fondo. Pero era la sexta parte de lo que hoy le debemos al Fondo. Increíble". "Hoy debemos más de 57 mil millones de dólares. Y ocurrió en un solo año. Increíble lo que pasó. Hoy no podemos decirles a los acreedores que esta deuda la tomó una dictadura. Fue un gobierno democrático, que hizo lo que hizo en el tiempo en que lo hizo", insistió el posible futuro Presidente.

El caso uruguayo

Fue en 2003 y luego de una fuerte crisis cuando Uruguay reestructuró su deuda, con alargamiento de plazos y sin quita de capital o intereses. En el momento de la reestructuración, la deuda uruguaya era de US$ 11.000 millones, es decir un volumen prácticamente equivalente a su PBI de entonces.

El país reestructuró US$ 4.981 millones, entre interna y externa, es decir un 40% del total. La reestructuración fue realizada antes de que Uruguay caiga en un default formal y consistió en el alargamiento de los plazos de vencimiento de sus bonos. "A los tenedores de bonos se les ofreció la oportunidad de elegir entre dos opciones. Por un lado, los bonos de podían canjear por otros nuevos con un cupón similar y un vencimiento más largo que el original (en general, cinco años más). En algunos casos se mezclaba también con un bono a treinta años que se podía capitalizar parte de los intereses devengados durante los primeros cuatro años. Por otra parte, los inversores podían optar por una opción llamada "bono de referencia", que tenía un vencimiento todavía más largo que la primera opción pero que ofrecía más liquidez", explicó un artículo de Expansión en su momento.

Carlos Steneri, Agente Financiero de Uruguay en Estados Unidos y Canadá, fue uno de los que participó de las negociaciones para reestructurar la deuda. “Las veces que nos reunimos, fuimos con la meta de obtener una prórroga de 5 años en los pagos, pero no solo fuimos a pedir. Fuimos también con cifras y hechos a demostrar que, como sociedad, estábamos haciendo enormes esfuerzos y generando ahorros para en un lustro poder cancelar los compromisos que teníamos, cosa que efectivamente hicimos. Así nos ganamos la confianza y demostramos a los inversores privados que éramos solventes”, dijo a Infobae. A los seis meses de aquel acuerdo de canje de deuda (anunciado en mayo de 2003), a Uruguay le habían vuelto a prestar dinero. Desde el 2004, su economía empezó a crecer.

Pero hay quienes creen que el modelo no es aplicable a la Argentina, un país que, por ejemplo, ya fue varias veces a default. Miguel Zielonka, de Econviews, dijo a El Cronista que para que la propuesta de Fernández sea "creíble", debe "mostrar un programa fiscal con un superávit primario aún mayor que lo que habíamos comprometido al Fondo". Eso, hoy por hoy, no parece posible.