Press

Prensa

Volver a

Después de un mes de tregua, en el Banco Central creen que se puede mantener la paz cambiaria

30 Mayo 2019

Son horas de alivio en el Banco Central: hace un mes que el dólar dejó atrás la extremada volatilidad que traía. Los intentos oficiales por contener a la divisa se produjo después de que la entidad comandada por Guido Sandleris anunciara que el FMI permitirá que intervengan discrecionalmente en el mercado de cambios. "Eso actúa pero en el margen. Importa obviamente. Pero el resultado es una acumulación de cosas", acota en diálogo con iProfesional un altísimo funcionario del Banco Central.

Es claro: en Reconquista 266 no quieren decir que la paz cambiaria se produjo únicamente porque (y después de varios pedidos) el Fondo aflojó con el uso de los dólares.

"Lo fundamental es la política súper apretada que estamos llevando a la práctica. La libertad de intervención ayuda pero tiene muchísima más convicción ante el mercado por el fuerte apretón. Sin esto, tener o no tener los dólares carecería de sentido", agregó la fuente. El dólar minorista virtualmente no se movió desde el 29 de abril, fecha en la que se anunció la libre disponibilidad de las divisas. Pasó de $45,60 a los actuales $45,78.

En el mercado profesional, o sea el mayorista, incluso está por debajo del valor inicial pre anuncio. Supo estar a $44,67 y ahora cotiza a $44,50. Al Central le alcanzó para dormirlo sin vender un sólo billete verde en el spot. Ni el cimbronazo político de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner despertó al billete de su siesta.

A todo esto, la tasa en pesos siguió elevada y eso potenció la ganancia de aquellos inversores que se atrevieron a estar posicionados en activos nominados en moneda local: como recuerda Nery Persichini de GMA Capital, el carry trade en Argentina -aún con dos ruedas para el cierre del mes- está más del 3% arriba en dólares, de lo mejor en el mundo emergente. Incluso la tregua cambiaria se produjo en medio de un contexto donde las monedas de la región se vienen devaluando este mes (por el efecto de la guerra comercial entre EEUU y China).

El peso argentino es de lo más estable durante mayo: en el período, el tipo de cambio sube 0,90%; mientras que en Brasil trepa 1,9%, en Chile escala 4,77% y en Colombia vuela 4,60%. Fuera de la región, el dólar sube 1,12% contra la lira turca. Léase: las devaluaciones en el mundo no contagiaron al peso. Claro que hacia adelante, no sólo por los movimientos en el exterior sino por el impacto de las elecciones, la tranquilidad con el dólar está en tela de juicio.

"Debería mantenerse estable y con una volatilidad acotada", dicen en el Banco Central con respecto a un pronóstico de corto plazo. No se juegan a vaticinar mucho más allá. "Habrá que ver. Esperemos que siga así", acotan dando por terminado cualquier intento de vaticinio futuro. Si algo tiene la administración de Sandleris & Cía. es la "prudencia" a la hora jugarse con el precio del dólar y la inflación. Es entendible: recién ahora hay cierto alivio con los precios (que están finalmente a la baja) y el tipo de cambio que está siendo ayudado por la liquidación de los sojadólares. Saben que la real pulseada con el mercado aún no se llevó a cabo. "No hay que confiarse", repiten.

El efecto electoral aún no se desplegó del todo y en el mercado nadie todavía contempla una victora de la dupla de los Fernández. La esperanza, aún intacta, es que Cambiemos está en pelea. ¿Y si esa probabilidad empieza a mutar? Quantum Finanzas, la consultora de Daniel Marx (un conocedor del humor del mercado) alertó recientemente que es posible que, dependiendo de las encuestas sobre los resultados electorales y de las PASO y de los condicionantes externos, "la estrategia del BCRA esté sometida a estrés por cambios de portafolio de los agentes económicos y menores liquidaciones de divisas por exportadores".

"En ese sentido, no deben descartarse algunas otras correcciones en el tipo de cambio", augura. Miguel Kiguel, de la consultora Econviews, suma más información a tener en cuenta. Dice que hasta ahora la compra neta de dólares billetes por parte de los residentes es alta aunque similar a la previa de 2011 (última elección presidencial antes del cepo cambiario) e inferior a 2017 (última elección de medio término). Sin embargo, resalta, para tener un panorama completo de los movimientos financieros en el mercado cambiario, hay que considerar además a las inversiones de cartera, tanto de los residentes como de los no residentes. Cuando se incluyen las inversiones de cartera de los residentes y no residentes, la dolarización ya es superior a 2011 y 2017.

"Este resultado se da a pesar de que el nivel de monetización es menor, las tasas de interés son más altas respecto a la inflación y la actividad económica no crece a diferencia de aquellos años", recuerda Kiguel. Agrega que las inversiones de cartera en lo que va del año corresponden mayoritariamente a residentes acumulando activos externos en cuentas del exterior. "Hasta ahora los no residentes están fuera de juego y esto contrasta con 2017, cuando los no residentes generaron un importante ingreso de divisas para la compra de activos locales, movimiento que luego fue revertido durante la crisis cambiaria de 2018", remarca Econviews.

Además, la estacionalidad positiva de las liquidaciones agrícolas, las licitaciones de dólares del Tesoro y la facultad del Banco Central de poder intervenir han sido suficientes para asegurar la estabilidad cambiaria. "La evolución de la compra neta de billetes y de las inversiones de cartera en los próximos meses dependerá en buena medida de factores políticos, lo que puede repercutir en aumento de volatilidad y dolarización", alerta Kiguel.