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La tasa de interés de referencia volvió a subir después de un mes y medio de baja

18 Febrero 2019

Tras el mal dato de inflación de enero de 2,9%, superior a las proyecciones de entre 2,5% y 2,7% de las consultoras, la tasa de interés de referencia de las Leliqs subió por primera vez en forma diaria desde el 3 de enero cuando había iniciado un sendero descendente.

La tasa promedio en la subasta de ayer fue de 44,214%, o sea un alza de 0,28 puntos frente al jueves. No obstante, la tasa acumuló una merma semanal de 2,03 puntos. Desde el récord de 73,52% registrado el 8 de octubre, la tasa se redujo 29,31 puntos. En lo va de 2019, la tasa bajó 15,04 puntos, pero el grueso de esa reducción, unos 9,47 puntos se concentró solo en febrero, en una velocidad que sorprendió al mercado donde vieron una actitud “contradictoria” con el mensaje de cautela que trasmitían en el BCRA.

Los analistas consultados por PERFIL evaluaron que fue una “buena señal” que el BCRA no haya avalado una nueva baja de la tasa. Creen que por ahora “encontró un piso” en el rango de entre 42% y 43% hasta “que no se evidencie una desaceleración” de la inflación, algo que vislumbran podría ocurrir a mediados de abril o mayo, dado el impacto del ajuste de las tarifas. Advierten que en el actual escenario quebrar el umbral de 40% –nivel al que se encontraba ante del último salto cambiario de agosto de 2018– incentivaría la migración de plazos fijos en pesos hacia el dólar ante una tasa real poco atractiva.

Guido Lorenzo, de LCG juzgó de “prudente” el accionar del BCRA porque “no hubiese sido una buena señal convalidar una baja de tasas luego del dato de inflación de enero por arriba de lo esperado, más aún de que en febrero podemos ver una aceleración inflacionaria”. Coincidió con ese análisis, Federico Furiase, de Eco Go, quien advirtió que ahora “el equilibrio dólar-tasa es mucho más finito frente a la pérdida de colchón en tasa real/tipo de cambio real”.

Diego Martínez Burzaco, de MB Inversiones, evaluó que el BCRA hizo bien en aprovechar el veranito financiero de enero y febrero para bajar la tasa” aunque “quizás fue demasiado de prisa”. Afirmó que “la inflación de enero le pone un freno” porque “la tasa de interés real de muchos instrumentos se está aproximando a cero y eso desincentiva el ahorro en moneda doméstica y alienta la dolarización”, y consideró que “en la medida que las expectativas de inflación no bajen, el ciclo de recorte de tasas llegó a su fin”.

Para Mauro Mazza, de Bull Market Brokers, “la tasa debería mantenerse en el rango de 42% o 43% hasta que haya certeza de que la inflación baja del 2% mensual, eso se verá recién a mediados de abril” y alertó que si antes de eso la tasa fuera inferior del 40% “la volatilidad cambiaria podría ser muy alta y se necesita un dólar calmo para tratar de bajar la inflación”.

Miguel Kiguel, de EconViews planteó que “se llegó a un piso, porque la tasa de Leliq le pega a la de plazos fijos y eso puede impactar en las decisiones peso-dólar”.

Christian Buteler señaló que la cifra de inflación “no pega bien, y complica la baja de tasa, está al límite, porque la tasa de plazo fijo promedio está apenas por arriba de la inflación estimada, o sea que para que sea atractiva, no debería bajar”. Pablo Castagna, de Portfolio Personal Inversiones, consideró que “ahora, la gran clave para los inversores es decidir si siguen con el carry trade o se pasan a dólares”.