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Kiguel: "No se sabe de dónde sacará plata el Gobierno para su 'plan Marshall' o el ingreso universal"

16 Julio 2020

El economista Miguel Kiguel cuestionó la falta de un programa económico del Gobierno al destacar la fragilidad fiscal de la economía, la fuerte recesión esperada debido a la cuarentena por el coronavirus y la rigidez a la baja del gasto de asistencia a los sectores más golpeados por la crisis.

En una videoconferencia organizada por MegaInver, el director de Econviews proyectó que la cuarentena tendrá un costo fiscal equivalente a 4% del PBI, tanto por la expansión del gasto como el colapso de la recaudación, y estimó que el año finalizará con un déficit primario de 6% del PBI. Así, resalto que el nulo acceso al crédito externo y la falta de financiamiento doméstico llevó a que el Tesoro dependa de la asistencia monetaria.

"Argentina venía muy golpeada, de dos años de caída del producto, de una década sin crecimiento y 2020 es otra caída muy fuerte. Además, tiene pocos instrumentos para combatir los efectos de la pandemia, desde el punto de vista económico, y hacer política contracíclica. Hoy el BCRA es la única fuente de financiamiento hasta el momento. A diferencia de la región, Argentina tiene mucha menos capacidad de tener déficit fiscal y genera otros riesgos en materia de inflación", señaló. Y agregó: "Argentina tiene un PBI de u$s 400.000 millones, por lo que el rojo fiscal primario para este año sería de u$s 24.000 millones. Para poner en perspectiva, la discusión con los bonistas es por un flujo anual de u$s 600 millones por año. La deuda es una parte relativamente chica del problema de la economía argentina."

Kiguel pronosticó que puede haber algún rebote antes de fin de año de la actividad que pueda anticipar el cambio de tendencia para 2021, que será perceptible por la gente, pero "sin generar euforia". "Así, planteó que la reversión del déficit fiscal será uno de los grandes desafíos económicos una vez que se solucione la reestructuración de la deuda externa y señaló que el Gobierno "tiene contradicciones internas" al proponer una mayor expansión fiscal a través de un ingreso universal y un "Plan Marshall".

"Uno de los desafíos va a ser cómo solucionar el déficit fiscal de 6% del PBI a un superávit de 2% o 2,5%, esto es importante porque el Gobierno ya habla de un Plan Marshall y de un ingreso universal, y no sé de dónde va a salir la plata. No veo una dirección clara, el Gobierno no parece tener una visión única de cómo reestructurar la economía. Debería buscar un consenso de cómo atacar la estanflación", comentó. En tanto, Kiguel sostuvo que el dato de inflación de 2,2% de junio es mayor al que se esperaba y, si bien evitó hablar de una tendencia alcista, afirmó que a medida que se normalice la actividad va a aumentar más a pesar de la fuerte recesión. Si bien no ve un escenario de hiperinflación, considera que el índice de precios puede subir más que el año pasado. "La inflación fue más alta que lo que se esperaba, 2,2% es un poco alto, no me animo a decir que hay una tendencia clara de suba pero la verdad es que lo que uno espera es que a medida se abra la cuarentena va a subir a pesar de la recesión. No veo riesgo de hiper pero sí que la inflación puede ser mayor a la del año pasado", dijo.

Además, el director de Econviews aseveró que una devaluación del tipo de cambio oficial de 20% antes de fin de año "es inevitable", pero que el BCRA puede llevar de forma gradual. No obstante, esto implicaría una depreciación mensual promedio de 5%, el doble del 2,5% de los últimos meses, resaltó. "Históricamente cuando la brecha entre el dólar oficial y los paralelos es muy difícil para el BCRA obtener dólares. Además el período de exportaciones fuerte ya terminó. Una corrección de 20% respecto a la inflación es inevitable, dentro de un programa lógico. No pensamos en una devaluación como la de 2018, se puede hacer gradual, pero implica que la devaluación va a ser de 5% mensual y no del 2,5% como es ahora", indicó. Respecto a la deuda, Kiguel consideró que Argentina está cerca de arreglar con los bonistas y enfatizó que el acuerdo debe ser por todos los títulos, no por una parte, como insinuó el ministro de Economía, Martín Guzmán, hace unas semanas.

"El tema central es que la deuda debería resolverse en su totalidad, no me parece obvio que se vaya a resolver. Es importante que se resuelva en totalidad, no de a tramos como propusieron algunos", dijo. Respecto a las diferencias en los aspectos legales, marcó que las rispideces residen en las cláusulas de reasignación, o informalmente llamadas 'pacman'. "El problema es que para reestructurar hace falta el 66% del total con un mínimo de 50% de cada bono o 75% del total, con esto no habría problema. Si hay un bono que no se logra reestructurar más del 50%, entonces el Gobierno saca el bono en cuestión y reestructura los demás. Esto cayó mal entre los acreedores, que lo consideran poco ético. Esta es la cláusula que está trabando la renegociación de la deuda", comentó.