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El dólar a $60, en el nivel más alto pero bajo el riesgo de la inflación

02 Septiembre 2019

Si finalmente el dólar se estabiliza en $60, tal como aspira el Gobierno y también Alberto Fernández, “el tipo de cambio real quedaría con el valor más alto de los últimos 12 años”. Esta es la principal conclusión de un informe sobre la coyuntura de Ieral, que depende de la Fundación Mediterránea. Tal apreciación es compartida por la mayoría de los analistas, pero aclaran que se trata de una foto y que falta observar cómo se traslada la última devaluación a los precios. En líneas generales, el TCR (Tipo de Cambio Real) es una ecuación técnica que cruza el valor nominal del dólar, la inflación y su relación con los tipos de cambio reales de los socios comerciales de la Argentina. Hoy, el TCR teórico se ubica un 26% arriba del promedio del primer mandato de Cristina ($47,5) y un 69% arriba del segundo mandato ($35,5). Pero en comparación con el período de Néstor Kirchner ($65,9 en el promedio), “el valor proyectado estaría 9% por debajo”, señala Juan Manuel Garzón, el autor del extenso informe.

Los expertos, de todos modos, consideran que en el contexto actual inciden factores políticos, lo que dificulta el cálculo. Federico Furiase, de Eco Go, destaca que el TCR hoy —computando la inflación de agosto— está 100% mejor que en diciembre de 2001, 80% mejor que en el final del ciclo kirchnerista y 35% mejor que a la salida del cepo de Macri. “Es un TCR que te lleva a superávit en la balanza comercial por el desplome en las importaciones ”, graficó el economista.

Tales observaciones hay que tamizarlas a través del nuevo escenario político que surgió tras las PASO. Ante la pregunta si el dólar a $60 es competitivo, Lorena Giorgio, de EconViews, distingue la percepción que tienen los exportadores y el sector financiero. Con un dólar por arriba del promedio de los últimos 20 años (equivalente a $56 de la actualidad) vender al exterior es negocio, pero genera dudas en el mercado finaciero, “porque está muy vinculado a la expectativa y la confianza”. El dólar a $60 “está bien”, advirtió la semana pasada el flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza. En rigor, en el mercado interpretan que la decisión de “reperfilar” parte de la deuda es un intento por fortalecer las reservas para contener el tipo de cambio en ese nivel. “Habrá que ver cómo queda la cuenta corriente y la balanza comercial para determinar si este precio del dólar es ficticio o no”, interpreta Guido Lorenzo, economista de LCG. Según su visión, “la inflación a mediano plazo es un dato más relevante que el valor del dólar”.

Lorenzo sostiene que lo más importante es estabilizar el dólar para poder observar posteriormente cómo se acomodan el resto de las variables: precios, tarifas y la ecuación exportaciones-importaciones. “Tal como está hoy, con los precios sin actualizar, el dólar es competitivo”, finalizó el experto. De todos modos, aventuró que con el actual tipo de cambio, “el próximo gobierno parte de un nivel mejor que el que heredó Macri y el de la corrección posterior a la salida del cepo de Prat-Gay”. La discusión, entonces, es por la película. El salto del dólar a $60, según los entendidos, elevó las proyecciones inflacionarias. Con la mirada en el mediano plazo, el desafío es evitar que se licúe la mejora del tipo de cambio. En lo inmediato, varias consultoras corrigieron sus estimaciones de superávit comercial. Más por la caída de las importaciones que por una suba de las exportaciones. Ecolatina, por ejemplo, pasó de proyectar una balanza favorable de US$10.000 a US$12.500 millones. Para Marcelo Elizondo, director de DNI, es de US$11.000 millones.

“El dólar a $60 es un valor nominal. Igualmente, hay un consenso en que el TCR está alto. En el caso del turismo, que tiene hoy una balanza positiva, es probable que sea más positiva”, señala Lorenzo Sigaut Gravina, de Ecolatina. También subraya la importancia de la dinámica que vayan a tener los precios. “En 2002, el TCR era más alto todavía, pero salíamos de la convertibilidad, había default y desconfianza”. Para Sigaut, la gran pregunta hoy es “si el dólar finalmente se estabiliza o si la crisis continúa”. En forma didáctica, Fausto Spotorno, de Orlando Ferreres y Asociados, explica que el TCR es “de equilibrio”. Esto es, que “existe una paridad teórica en la cuenta corriente (exportaciones e importaciones y el pago de deuda), cuyo resultado da cero”, dijo. Por otro lado, Spotorno sostiene que el actual tipo de cambio no prevé ni entrada ni salida de capitales. “Porque si entraran capitales, sobrarían dólares y su precio bajaría. Y si hubiera salida de capitales, el tipo de cambio sería más elevado”, razonó.

Como se dijo, los análisis económicos están distorsionados por los factores políticos. Los entendidos coinciden en que la volatilidad cambiaria se debe en gran medida a la incertidumbre producida por las PASO. “La tregua entre el Gobierno y Alberto F. se rompió. Ya no importan las razones ni quién empezó. Faltan señales políticas y que el oficialismo y la oposición retomen el modo cooperativo”, interpreta Sigaut Gravina. En cuanto al nivel técnico (y teórico) del dólar, Nery Persichini, analista de GMA Capital, explica que un TCR de equilibrio se determina cuando el valor de la divisa norteamericana “estabiliza la balanza de pagos, es decir, la cuenta corriente y la cuenta de capital financiera”. Según Persichini, “cualquier desequilibrio produce una variación de reservas”. Sobre la situación actual, el economista destaca que “el problema es cuando se interrumpen los flujos externos y los dólares de la economía son insuficientes para financiar una demanda estructural de los argentinos (cerca de US$20.000 millones anuales) y que agudiza el rojo de la cuenta corriente, que puede profundizarse en función de la carga de intereses de la deuda”, finalizó. De uno u otro modo, el informe de la Ieral remarca que si el dólar se estabiliza en torno a los $60, “habría que remontarse a 2007 para encontrar un TCR similar”. Igual, el estudio añade que todavía “resulta difícil y aventurado determinar si el precio actual de la divisa extranjera es igual, mayor o menor al que requiere la economía para la composición de la actual y futura cartera de activos y para nivelar la oferta y la demanda de dólares”. Por otro lado, la Ieral destaca que en un escenario que se percibe de mayor riesgo, el comportamiento de los inversores es de manual: “Se desprenden de los activos que más pueden sufrir los problemas económicos o posibles cambios de políticas”.

Exportadores y mercados financieros: dos miradas distintas

Por Lorena Giorgio - Economista de EconViews

El tipo de cambio ya escaló más del 25% desde las elecciones primarias de hace tres semanas. Entonces, ¿el dólar está caro o barato? La respuesta no es unívoca. Para los exportadores y el sector externo, si bien el tipo de cambio todavía está lejos del “súper dólar” de los primeros años del kirchnerismo, está en línea con el promedio de los últimos 20 años y debería estar asociado a un equilibrio en la cuenta corriente. Sin embargo, para los mercados financieros y los flujos de capitales, el dólar puede lucir barato en el actual contexto de incertidumbre acerca del futuro de la política económica. A diferencia del dólar que miran los mercados financieros, el que equilibra la cuenta corriente del balance de pagos (esto es, las entradas y salidas de divisas a través del comercio de bienes y servicios, rentas y transferencias) tiene una estrecha relación con las tendencias estructurales y de largo plazo. Desde los años de convertibilidad, un tipo de cambio elevado respecto de sus niveles históricos estuvo usualmente vinculado a un superávit en cuenta corriente, mientras que un tipo de cambio bajo implicó un déficit externo y, por lo tanto, una posterior salida de dólares.

Una alternativa para estimar el tipo de cambio real es tomar la cotización en un punto y actualizarla aplicándole la tasa de inflación acumulada desde entonces hasta la actualidad. Por ejemplo, el tipo de cambio promedio 2003-2007, años en los que el superávit en cuenta corriente promedió el 3% del PBI, sería hoy equivalente a un dólar de más de $78 pesos. Esto significa que el tipo de cambio actual está por debajo de aquel período. Dicho de otra manera, el peso hoy no es tan competitivo para los exportadores como lo era en aquel entonces. Por el contrario, el dólar promedio 2011-2014, en pleno cepo cambiario, apenas superaría los $37. Por lo tanto, hoy el dólar es más alto que durante el segundo mandato de Cristina Kirchner.

En esta misma línea, el dólar promedio de los últimos 20 años es equivalente a $56 de hoy. Es decir que el tipo de cambio actual está operando en torno a sus niveles promedio desde la salida de la convertibilidad, con lo cual podemos decir que es “competitivo” y debería contribuir a equilibrar las cuentas externas, incluso luego de deducir el pago de retenciones para el sector exportador.

Distinto es el caso del “dólar financiero”, muy vinculado a las expectativas y la confianza de los mercados. Si bien el dólar actual parece “caro” para ahorrar y viajar al exterior, la demanda de divisas para atesoramiento aún se mantiene dinámica, y el hecho de que el dólar esté siendo utilizado como refugio ante la incertidumbre económica y política actual le suma presión extra al mercado cambiario. Sin embargo, el tipo de cambio se ubica en los niveles de agosto y septiembre de 2018, cuando el dólar saltó de $27 a $40 y la compra para ahorro promedió los US$500 millones mensuales. También se encuentra en niveles similares a los del primer semestre de 2008, en pleno conflicto con el campo. En este sentido y mientras persista la incertidumbre, la lectura de los mercados es otra.

En síntesis, si bien el tipo de cambio actual es competitivo para el sector exportador y a la vez desalienta las importaciones, habrá que ver cómo evoluciona la inflación y su impacto sobre los costos locales. Al mismo tiempo, la cotización actual pareciera no ser lo suficientemente alta para desalentar la demanda financiera y sigue muy condicionada a los movimientos de corto plazo.