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Analistas ven "razonable" el plan de Martín Guzmán para la deuda

09 Diciembre 2019

Razonable y realista. Esos fueron los dos adjetivos que utilizaron economistas consultados por LA NACION para calificar la elección de Martín Guzmán como ministro de Economía y su planteo respecto del manejo de la deuda pública, según el cual hay que postergar los pagos de capital e intereses durante los próximos dos años. Al mismo tiempo, consideraron que la reacción de los mercados a su designación será favorable, pero señalaron las dificultades operativas que tendrá la negociación, la necesidad que existe de que se aplique una quita del monto de capital adeudado y el rol que deberá jugar el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Creo que lo más importante de la designación de Guzmán es que los precios de los bonos ya están descontando una reestructuración más dura de la que se ha insinuado. Si él se mantiene con esa tesis, los bonos van a subir. Hay que ver el análisis de sustentabilidad de deuda que hace el FMI, pero lo que él dice es correcto: la Argentina necesita crecer para pagar", opinó Santiago López Alfaro, socio de Delphos Investment.

Sin embargo, señaló que el hecho de dejar de pagar intereses y no solo capital hace que las negociaciones sean operativamente más complejas, aunque realistas. "Con los acreedores locales podés tener un tratamiento más duro y hay jurisprudencia que lo avala. Pero el reperfilamiento de la deuda internacional sería más complejo que el caso uruguayo, ya que el no pago de intereses por dos años hace que todos los bonistas deban votar en asamblea el cambio en las condiciones de pago", advirtió, aunque señaló que "el compromiso de los bonistas internacionales parece alto gracias a su elevada exposición a la deuda argentina y a la falta de oportunidades en otros mercados".

Por otro lado, dijo que la economía absorberá los pesos emitidos y se generará un rebote de la actividad, siempre y cuando el año próximo esté resuelto el tema de la deuda y haya superávit fiscal primario. En este sentido, vaticinó que la brecha entre el dólar oficial y el contado con liquidación (CCL) se mantendrá estable por lo menos en el corto plazo hasta el 15 de enero, porque hay necesidad de pesos.

Por su parte, Diego Saravia Tamayo, director de Proficio Investment, consideró que el gabinete anunciado por Alberto Fernández es razonable, al igual que la elección de Guzmán, y que no habrá una reacción negativa de los mercados, pero alertó que, según sus cálculos, no alcanza con reprogramar los pagos por dos años. "Un plan a la uruguaya, sin quita y pateando los pagos, no alcanza. Hay que demostrar capacidad de repago con superávit primario, y algo de quita es inevitable. El tema es cuánto está dispuesto a aceptar el mercado y dónde planta bandera el gobierno. Hay buena predisposición en los mercados a escuchar cosas razonables", opinó.

En este sentido, dijo que se requiere mucha habilidad y que Guzmán tenga un equipo que entienda al mercado. "Hay que explotar la oportunidad que te da la estructura de la deuda: que el sector público representa un gran porcentaje y no es lo mismo el sector público que el privado. Que se les dé distinto tratamiento", aconsejó. Por su parte, el exsecretario de Finanzas y exjefe negociador de la deuda externa Daniel Marx consideró que antes de plantear la suspensión de pagos, el nuevo gobierno debería dar a conocer su programa económico. "Uno en general da a conocer el programa y después ve qué hace con la deuda, con una propuesta que sea coherente con el programa. Hay que ver cómo la suspensión de pagos se inserta en el programa y qué significa en detalle, porque no es solo decir 'no tengo capacidad de pagar', sino cómo se piensa restaurar la capacidad de pago a futuro y cómo adaptar los contratos entre esta situación y la próxima", explicó el director de Quantum Finanzas.

Por último, el director ejecutivo de la consultora Econviews, Miguel Kiguel, dijo que Guzmán parece una persona realista y que su propuesta acerca de que se necesita algún tiempo para pagar es razonable, aunque resta ver los detalles. "El diablo está en los detalles. Pienso que la primera reacción del mercado va a ser positiva, pero hay que ver cómo se arma todo: quiénes van a ser parte de su equipo, cuál es la oferta y cómo se negocia con el Fondo. El Fondo tiene que tener un rol como auditor. Quizá no con un programa, pero sí que los acreedores vean que el Fondo acompaña, porque es un acreedor privilegiado. Si siente que no va a poder cobrar, va a pedir cambios. Son decisiones complejas que son como un rompecabezas", concluyó.