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“Frío” económico y elecciones En julio habrá en la calle $335.000 millones extra: a tres meses de las PASO el Gobierno apuesta a que ayuden a levantar el consumo

22 Junio 2021

El arranque fiscal del segundo semestre será en modo electoral. Alertado por las encuestas, el Gobierno busca un "julio dulce" en el que el sector público y privado volcarán en los bolsillos al menos $ 335,000 millones. El Gobierno tiene la esperanza de que esto dé el puntapié para el demorado repunte del consumo y mejore las posiblidades del oficialismo en los próximos comicios.

El cálculo es de la consultora EconViews, que acuña el término "julio dulce" para este combo: entre aguinaldos, devoluciones de Ganancias y bonos a jubilados y a programas sociales, el mes que viene se inyectarán más de 335.000 millones de pesos a la calle.

Para llegar a ese número se incluye el bono de $ 6.000 que llegará a casi 1 millón de trabajadores de la economía popular a través de del plan Potenciar Trabajo. Este ítem insume $ 5.400 millones. 

A esto se agrega el reintegro de Ganancias, con la primera cuota de la devolución de lo abonado por este impuesto entre enero y junio. Esto llegará a los bolsillos de 1,2 millón de empleados que en conjunto embolsarán $ 6.923 millones el mes próximo.

El siguiente escalón se refiere al bono a los jubilados que cobran el haber mínimo, una iniciativa que aún no fue confirmada oficialmente pero que desde los despachos oficiales se da por seguro.​ Serían dos cuotas en torno a los $ 1.500. Esto le demandaría a las arcas fiscales $ 33.000 millones. 

El último ítem es el más jugoso. Es el que mide el impacto del medio aguinaldo entre los trabajadores en relación de dependencia, tanto privados como del sector público. En total serán $ 290.000 millones.

Para EconViews, la pregunta inmediata es ¿a dónde irán estos pesos? La intención del Gobierno es que se vuelquen al consumo. Con el turismo prácticamente vedado, una de las opciones más probables es que vayan a la compra de electrodomésticos u otros tipo de bienes. 

Pero la consultora advierte que para que el ​shock del aguinaldo se use en consumo, "las expectativas respecto a la dinámica del salario real en el corto deberían mejorar". 

Este panorama se complica porque los sueldos están viajando a un ritmo 7 puntos por debajo de la inflación, aunque esta pérdida podría acotarse ya que la pauta salarial oficial del 30% empieza a extenderse al 45%, tal como muestran los acuerdos cerrados en los últimos días, como los de camioneros y ANSeS.

De este modo, prevén que "buena parte de la plata que se volcará a la calle en julio irá a consumo mientras que otra menor irá a ahorro".  ​

En esta segunda parte, no se descarta "una mayor dolarización, aunque las tasas en pesos son relativamente atractivas ante un proceso de desaceleración de la inflación que vemos para adelante y con un Banco Central decidido a ponerle un techo a las cotizaciones paralelas". 

Lo cierto es que en la semana que terminó, el mercado se fue preparando para lo que olfatea como una mayor dolarización. Así, el dólar blue aumentó cuatro pesos y cerró en $ 164, ocho pesos arriba de la cotización que tenía al comienzo del mes.

Las cuentas fiscales

Con la aspiración de que crezca el consumo, el Gobierno buscará que parte de los pesos que se volcarán a la calle regresen a las arcas fiscales a través de los impuestos y que esto alivie el efecto sobre las cuentas públicas. 

Despúes de un primer cuatrimestre en el que el ministro Martín Guzmán ajustó fuerte el gasto, la segunda ola de Covid demandó aflojar las riendas. 

Las nuevas restricciones a la circulación derivaron en una ampliación de la Tarjeta Alimentar, que pasó de 1,9 millón a 4 millones de familias. A esto se agregó un bono de $ 15.000 para los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y a los monotributistas A y B del AMBA. Además se extendió el REPRO II para dar cobertura  a las empresas golpeadas por los cierres y los contagios.

Hasta ahora el Gobierno llevó a 1,3% del PBI el monto destinado a la cobertura social y la atención a la pandemia. Se trata de $ 480.000 millones. 

Junto con esta suba de los gastos, el Gobierno tiene a favor un aumento de los ingresos. Por un lado tendrá $ 300.000 millones adicionales por el Impuesto a la Riqueza. Y por el otro, el alza de los commodities, pese a las bajas de los últimos días, aportará hasta US$ 8.000 millones extra a lo estimado. 

"No creemos que el ministro pueda sostener el freno que mantiene sobre los gastos y la política fiscal expansiva de los años electorales volverá a hacerse presente consumiendo el margen que ofrecieron los ingresos extraordinarios", señala la consultora LCG.