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YPF: Argentina terminará pagando US$ 8.000 millones

29 Noviembre 2013

El Estado entregará bonos por US$ 5.000 millones. Pero pagará una tasa de interés de 8,25 a 8,75 por ciento durante 10 años. Los españoles buscarían negociar detalles de los plazos de la operación.

La indemnización a Repsol por la expropiación del 51% de las acciones de YPF le terminará costando al Estado un total de US$ 8.000 millones, estimaron fuentes ligadas a la negociación con la petrolera española. Es por el impacto de las tasas de interés sobre los bonos que se entregarán como pago.

En una negociación entre los gobiernos de Argentina, España y México, se definió una indemnización para Repsol de US$ 5.000 millones, a pagar en bonos de la deuda. Estos serán a 10 años de plazo, con una tasa de entre 8,25 y 8,75 por ciento, coinciden fuentes ligadas a la discusión, en Madrid y Buenos Aires.

Los bonos poseerán una característica: tendrán un período de gracia de entre 2 y 4 años. Esto es, durante ese período el Gobierno no tendrá que hacer amortizaciones de capital ni pago de intereses. Pero durante ese período, además, Repsol no los podría vender.

Es por eso que la petrolera española ha insistido tanto en que quiere activos que sean “líquidos”, de rápida realización. “Es en ese punto que seguramente se concentrará Repsol en la negociación que arranca ahora”, dijo uno de los máximos ejecutivos que lideró la discusión. “Ellos buscarán que el período de gracia sea lo más corto posible, aunque también saben que si salen a liquidar bonos argentinos tendrán que aceptar un descuento muy importante sobre el capital”, agregó. El ex-subsecretario de Finanzas Miguel Kiguel estima que el valor presente de esos bonos sería de 4.000 a 4.500 millones de dólares: eso obtendrían los españoles si los vendieran hoy.

En lo que hace a la tasa de interés, para el ex gerente general del BCRA Hernán Lacunza, es un valor razonable.

“Menos no puede aspirar la Argentina”, señala. Igualmente, sigue siendo el doble de lo que pagan países como Uruguay o Bolivia.

Precisamente por la definición final de la tasa de interés y el plazo del período de gracia y la liquidez de los bonos es que Repsol decidió contratar un banco de inversión como asesor. Se tratará del Deutsche Bank. El miércoles, al aprobar el preacuerdo por la indemnización, el Consejo de Administración de Repsol había anunciado que contrataría un banco de inversión “de prestigio internacional” para dar apoyo su equipo y “una conducción profesional” al proceso. Así, el directorio de la española esperaba atender las “exigencias” de un problema tan complejo y “relevante”, así como “responder a los términos y garantías apropiados para asegurar su eficacia”.

El punto, tal como informó ayer Clarín, cayó mal en el Gobierno. El miércoles hubo una consulta por ese tema entre el ministro de Economía Axel Kicillof, y el secretario de Legal de la Presidencia, Carlos Zannini. Y Kicillof dejó trascender que el Gobierno negociaría con un banco. Ayer, el tono de las declaraciones del ministro confirmaron el malestar (ver Kicillof lo dijo).

“Eso demuestra que Kicillof no conoce mucho de grandes negocios privados ”, dijeron fuentes ligadas a la negociación. “La contratación de estos bancos que hacen “fear opinion” (algo así como asesoramiento en riesgo), es totalmente habitual, es una garantía que se toman las partes para dar mayor certeza a los contratos. De hecho, si se mira el detalle del acuerdo de YPF con Chevron se verá que la petrolera estatal también contrató una “fear opinion””, añadieron las mismas fuentes.