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Hay margen para hacer política económica

29 Octubre 2010

Miguel A. Kiguel para "El Cronista"

Néstor Kirchner tuvo un papel protagónico en el manejo de la economía argentina desde el 2003. Por el pasaban diariamente los números de recaudación y de las reservas internacionales y las decisiones claves de las políticas de precios y de manejo de deuda pública.

Su desaparición genera preguntas respecto de la política económica y las perspectivas de la economía argentina para el 2011, un año con fuertes condimentos políticos debido a las elecciones presidenciales de octubre.

El punto de partida es favorable. Un mundo en el que prevalecen precios de materias primas altos para nuestras exportaciones, en el que Brasil y la mayor parte de los países emergentes crecen a tasas elevadas y en el que los países industrializados mantienen tasas de interés bajas con lo cual hay un alto flujo de capitales que vienen a los países emergentes.

Dentro de este contexto el país tiene fundamentals que dan margen para hacer política económica y eliminan el riesgo de una crisis macroeconómica. El déficit fiscal es relativamente pequeño, las cuentas externas muestran superávits y un alto nivel de reservas internacionales mientras que la deuda pública neta ha caído a menos del 30% del PBI.

Pero va a ser necesaria mucha prudencia en el manejo de las políticas de gasto público y en la monetaria y la salarial para evitar una escalada inflacionaria. El termómetro adulterado que muestra el Indec es un problema, que no sólo afecta el diagnóstico, si no que también es central al momento de explicar por qué Argentina hoy tiene un riesgo país muy alto que no se condice con los números macroeconómicos. El problema acá es la falta de previsibilidad.

El tercer desafío es mejorar la competitividad, donde Argentina aparece en el fondo de la tabla en las comparaciones internacionales. Ello requiere dar señales claras de que el país va a dar un giro y volver a respetar los contratos y las reglas de juego, como lo hacen la mayor parte de nuestros países vecinos que reciben importantes inversiones extranjeras.

En este contexto lo más probable es que Argentina mantenga el crecimiento económico, un alto nivel de reservas y que no haya cimbronazos financieros. La inflación es un riesgo y los aumentos en la inversión para mantener el crecimiento en el largo plazo dependerán de que mejore el clima de negocios.

Pero queda una pregunta: ¿Cómo será el proceso de decisiones de la política económica? Durante estos años se centró en Néstor. Ahora eso cambiará. Habrá que seguir de cerca quién o quiénes serán los responsables de la toma decisiones para evaluar cómo queda del balance entre riesgos y oportunidades.