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Las condiciones financieras siguen bajo estrés y están en niveles similares a la crisis de 2008

08 Enero 2020

En diciembre las condiciones financieras continuaron recuperándose pero siguieron bajo estrés. El Índice de Condiciones Financieras (ICF) mejoró 18,5 puntos el mes pasado, para ubicarse en -113,4 puntos, en zona de estrés severo. De esta manera, consolidó su tercera suba mensual consecutiva.

El estrés de las condiciones financieras es comparable al del colapso de las condiciones externas en los meses finales de la crisis financiera de 2008/09.

El indicador elaborado por el IAEF y la consultora Econviews promedia las condiciones financieras domésticas y las externas. En diciembre, el subíndice de condiciones financieras locales explicó en gran parte la mejora del índice total del mes, con un avance mensual de 12,1 puntos, el mayor desde junio pasado.

Este repunte mensual se dio por la caída en el riesgo país, la menor depreciación esperada y menor riesgo legislación. De todos modos, las condiciones locales siguieron muy estresadas en -147 puntos, uno de los peores registros desde la crisis 2001-02, aunque mejorando en el margen con respecto al mínimo local de septiembre pasado, cuando el subíndice había sufrido de lleno el impacto de conocerse los resultados sorpresivos de las elecciones PASO de agosto.

A nivel local, algunas de las tendencias negativas se revirtieron en diciembre. Por ejemplo, se destacó el repunte de las reservas internacionales, hubo una incipiente suba de los depósitos en dólares del sector privado hacia finales del año y una reducción de los niveles de riesgo país.

El subíndice de condiciones externas se incrementó 6,4 puntos, su cuarto avance mensual y el más fuerte desde septiembre, hasta ubicarse en 33,7 puntos (zona de confort). Este desempeño se explicó gracias a una mejora en la perspectiva de negociaciones entre China y Estados Unidos por la guerra comercial y una mejor performance de los países emergentes. Así, las condiciones externas ya permanecieron durante un año en zona de confort.

De esta manera, las condiciones financieras continuaron en la senda de la recuperación aunque permanecieron aún en zona de estrés severo. Cabe recordar que las condiciones locales en agosto y septiembre pasado habían padecido las mayores caídas mensuales desde la crisis 2001-02, a partir del agravamiento de la crisis que siguió a las PASO.

El ICF cerró diciembre en 65,5 puntos por debajo del nivel de un año atrás. Hay que retrotraerse a los meses que siguieron a la crisis financiera global de 2008/09 para encontrar caídas anuales similares.

Este deterioro anual del ICF se explicó completamente por una caída de 114 puntos en las condiciones locales, producto de la fuerte suba en el riesgo país, una menor confianza en los bancos y mayor riesgo legislación.

Las condiciones externas, por su parte, han mejorado respecto a un año atrás, al avanzar 48,7 puntos, sobre todo por mejores condiciones para los países emergentes y también por la buena performance de las acciones en Estados Unidos.

Con todo, el ICF se ubica muy lejos de los máximos de 70 puntos alcanzados a fines de 2017.