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"El Gobierno va a tener que buscar la forma de intervenir sobre el dólar sin romper el acuerdo con el FMI"

11 January 2019

Miguel Kiguel tiene una mirada optimista de la economía en el año que se inicia. El economista apuesta por una recuperación en 2019, aunque advierte, en un mano a mano con 3Días: "Pinta un año mejor, el tema es que al haber elecciones le agrega una cuota de incertidumbre que es difícil de ver cómo evoluciona. Vamos a estar muy pendientes de las encuestas".

¿El 2019 va a ser mejor que el 2018? 

Va a ser mejor. Primero, porque en 2018 nadie estaba preparado para lo que pasó, nos agarró por sorpresa, y eso hizo que la crisis fuera tan fuerte. El hecho de que todo el mundo estaba preparado para otra cosa, especialmente el mundo financiero, hizo que mucha gente diera vuelta las posiciones y hubiera una sobrerreacción del mercado, a la que se le sumaron un montón de factores: incertidumbre, algunos errores de política económica y un contexto externo difícil. El 2019, si no hubiera elecciones, sería un año de vuelta a la normalidad, con un tipo de cambio que se empieza a estabilizar, con una inflación que cae fuertemente, de 47-48%, a niveles cercanos a 28- 30%; que la economía, si bien en promedio va a caer, punta a punta, cuando uno mira diciembre-diciembre va a haber un crecimiento que seguramente va a ser superior al 3%. Y un tipo de cambio mucho más estable, y aumentos de tarifas más chicos, porque gran parte del ajuste tarifario se hizo el año pasado. Pinta un año mejor, el tema es que al haber elecciones le agrega una cuota de incertidumbre que es difícil de ver cómo evoluciona. Vamos a estar muy pendientes de las encuestas.

Hubo mucho nerviosismo en diciembre por la suba del riesgo país por encima de los 800 puntos. Se le atribuyó al riesgo Cristina, pero se demostró que no era la causa porque en lo que va del año ese índice ya perdió 100 puntos. ¿Qué cree que pasó realmente?

Es muy difícil explicar el día a día, creo que a fin de año hubo un efecto negativo a nivel internacional, porque hubo una caída fuerte en Wall Street, las acciones, los bonos de los países emergentes cayeron y en Argentina hubo un efecto más fuerte. Y creo que en el caso de diciembre hubo un elemento adicional que muchas empresas quieren cerrar el año con balances más limpios, hubo mucha venta de papeles de Argentina por un efecto fin de año que, digamos, del otro lado no había nadie que comprara. Otros años lo que pasaba cuando vendían los de afuera comprábamos los argentinos porque tenía ventajas impositivas, pero ahora con la renta financiera, con la vuelta del impuesto a los bienes personales y las pérdidas que habíamos sufrido casi todos los argentinos, hubo pocos compradores. Estuvo muy relacionado con ese efecto de fin de año que se viene revirtiendo en lo que va de 2019, con lo cual debería haber espacio para una recuperación mayor. El tema electoral obviamente está rondando en la cabeza de muchos, pero no fue decisivo en este episodio.

¿Cómo cayó en el mercado la reglamentación de la renta financiera al cierre del año?

Sabíamos que venía, pero a mí me agarró de vacaciones y aún no lo he podido analizar a fondo. En general, hay cierta preocupación con cómo se va a implementar el año pasado y cómo viene hacia adelante. En un momento como el actual, donde hay muy poco apetito por bonos, es un impuesto que desde el punto de vista de timing fue malo; para otra etapa, con tasas de interés muy bajas, con otra situación, sería un impuesto razonable. Hoy va a contramano de lo que uno quisiera tener.

Los economistas no se ponen de acuerdo si la recuperación arrancará en marzo, en julio... ¿Cuándo salimos de la recesión?

Es muy probable que en el primer trimestre empecemos a ver algunos brotes verdes, habrá sectores que van a empezar a mostrar crecimiento. El campo lidera, pero también podemos ver en petróleo y gas, algo en infraestructura, en lo que es energía, va a haber mejoras en algunos sectores. ¿Por qué lo creo? Por un lado, hoy se está empezando a ver una recomposición de los salarios, también se da una baja en el nivel de empleo. Los números de empleo indican que hay una caída en el sector privado, no es brusca ni brutal, pero de entre 0,5 y 1%. De cualquier forma hay una recuperación de los salarios, la estabilidad del dólar es muy importante en Argentina, el dólar alto esta ayudando al turismo, y eso tiene un efecto multiplicador en la economía, porque la gente que antes consumía, lo hacía en Miami y en Brasil, y ahora consume en la Patagonia o la costa Atlántica. Son factores que van a ayudar a la recuperación y a tener su efecto multiplicador. Y después, de a poquito la estabilidad del dólar y la lenta caída de la tasa de interés, que si bien no es todavía lo que uno quisiera, hay que tener en cuenta que la tasa de corto plazo de las Leliq, que se parecen bastante a lo que sería tasa de política monetaria, cayó ya 16 puntos, de 74 a 58. Estamos viendo una baja de tasas, todavía falta, esperemos que se consolide. Y factores negativos, aún el riesgo país es muy alto y la incertidumbre electoral.

¿Por qué no bajan más rápido las tasas?

Desde el punto de vista del que debe plata o de las pymes, sí está bajando lentamente. Lo que pasa es que es un equilibrio entre bajar la tasa y que no se escape el tipo de cambio, porque si se escapa el tipo de cambio, las tasas vuelven a subir, tiene que ser algo coordinado. La idea que tiene el BCRA sobre el tipo de cambio es que se deprecie alrededor del 2% mensual, más o menos acompañando la inflación. Si se logra eso con estabilidad, la tasa puede seguir bajando, pero pensar que la tasa puede bajar más de 4 ó 5 puntos por mes, es un deseo, es muy difícil que baje más rápido que eso.

¿Qué no se escape el dólar es clave para que el Gobierno llegue bien a octubre?

Al Gobierno le va a interesar, ahora, el programa con el FMI dice que el tipo de cambio en la Argentina flota dentro de la banda, el BCRA no puede intervenir, y esa banda es enorme. Hoy el piso debe estar alrededor de $ 37,40 y el techo ya debe estar en $ 48. Una cosa es estar cerca del piso y otra estar cerca del techo, creo que a medida que nos acerquemos al cronograma electoral, que empieza en marzo, con elecciones en algunas provincias, el Gobierno va a tener que buscar la forma de poder intervenir sin romper el acuerdo con el Fondo, porque eso es central para el financiamiento. Pero creo que el tipo de cambio flote hoy libremente es muy difícil y mantenerlo solo con tasa y política monetaria también es muy difícil. Lo importante es evitar saltos bruscos, que no suba demasiado rápido, que se mueva en forma previsible para que la gente no se alarme, siga manteniendo la calma financiera y no tenga impacto tan fuerte sobre la inflación.

¿Se puede ganar una elección con la economía en recesión?

La economía es importante. Ahora, tiene muchos componentes: tipo de cambio, inflación y crecimiento. Si se logra de alguna forma moderar la inflación, contenerla entre 1,5 y 2% por mes, si el tipo de cambio se deprecia pero en forma tranquila y predecible, si las tasas están bajando y la economía empieza a mostrar brotes verdes, ése es un escenario que por lo menos no le va a jugar tan en contra al Gobierno. Con ese escenario tiene altas chances de ganar. Pero en un escenario de inestabilidad cambiaria es más difícil, ahí creo que la economía va a tomar un papel más importante.

Gane quien gane, ¿habrá que reestructurar la deuda cuando se acabe en diciembre de este año el financiamiento con el FMI para afrontar los compromisos del 2020?

No, todos los países refinancian. Una cosa es refinanciar y otra reestructurar. Refinanciamiento hacen todos, ningún país paga su deuda, todos los países pagan su deuda emitiendo deuda nueva o buscando métodos de financiamiento los más razonables posibles, sin reestructurar. Creo que Argentina lo puede hacer, va a necesitar acompañamiento del Fondo, porque va a ser el principal acreedor del país. El FMI el año que viene, cuando suba el próximo gobierno, sea Macri o quien sea, va a tener puestos en Argentina más de u$s 50 mil millones. En ese momento el principal problema no es reestructurar la deuda privada si no renegociar la deuda con el FMI para tener tiempo para pagarle. El principal desafío en tema de deuda va a ser como refinanciar con el mismo FMI los vencimientos de 2020, 2021 y 2022.

¿Hay chances de que aparezca un candidato que pueda romper la polarización que marcan las encuestas entre Macri y Cristina? ¿Cómo vería el mercado una candidatura de Lavagna?

Lo importante es no volver al populismo, más allá de los nombres. Si la Argentina entiende que hay que honrar los contratos firmados, más allá de que uno pueda tener una política más proteccionista o menos, con más o menos impuestos, creo que lo que la gente no quiere es que se vuelvan a romper los contratos, que se desprecie el respeto por la emisión monetaria indiscriminada, que volvamos a ideas económicas estrambóticas. El 80% de economistas y políticos está pensando, no digo igual, pero son pensamientos razonables y con respeto al equilibrio fiscal, a la emisión monetaria, con respeto a los pagos de la deuda, con intenciones de mantener un programa con el Fondo. Si uno puede descartar de plano el populismo y la mala praxis, creo que a la Argentina le va a ir muy bien.