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Aumenta el riesgo financiero de las familias: deuda equivale a 7 sueldos

14 November 2008

El Cronista



La morosidad, aún en niveles bajos, viene creciendo desde inicios de año. El fantasma del desempleo y la inflación acumulada conspiran contra la capacidad de pago.

Tasas de interés en ascenso, alto endeudamiento y menores perspectivas de ingresos en términos reales conforman hoy un coctail peligroso para buena parte de las familias argentinas. La bonanza económica de los últimos años alentó a gran cantidad de la población a tomar créditos de corto y mediano plazo. Pero el súbito cambio del clima financiero internacional y local encendió una luz amarilla. En poco más de un mes las tasas de interés para créditos al consumo se incrementaron en muchos casos hasta 15 puntos porcentuales, a la vez que las expectativas laborales para 2009 se deterioran. 

Actualmente las familias argentinas tienen deudas (de distintos plazos) por un total de $ 90.188 millones, 21,6% más que a fines de 2007. Sobre una población de 38,3 millones de habitantes y 9.619.200 de hogares, esto revela que –en promedio– cada hogar adeuda $ 9.403. Semejante nivel de endeudamiento equivale a 7 ingresos mensuales. Así surge de un estudio que realizó recientemente el Centro de Economía Regional y Experimental de la Argentina (CERX Argentina). 

El informe destaca que si bien el endeudamiento de las familias no es elevado, este monto cobra cierta relevancia en un contexto donde el costo financiero de los préstamos ya tomados viene creciendo vertiginosamente. Además, el poder adquisitivo (y por lo tanto la capacidad de repago de esa deuda) se vio impactada en los últimos meses por la inflación acumulada en lo que va del 2008 (que las consultoras estiman en torno al 20%), pese a que los aumentos de precios se aplacaron en los últimos 60 días. 

“En la medida que se conjugan simultáneamente pérdida de ingresos reales con un aumento de los niveles de deuda y un mayor costo financiero de estos préstamos, las familias comienzan a retrasar más los pagos, y el peso de los servicios financieros (tasa de interés por diferir pago, multas y cargos administrativos por gestiones de cobranza, entre otros) se vuelve más significativo, restando ingreso a los hogares”, explicó a El Cronista la economista Victoria Giarrizzo, directora de CERX.

Tendencia

Si bien la morosidad en el pago de las deudas aun está un nivel bajo y manejable, preocupa su tendencia. El porcentaje de incumplimiento en el caso de las familias, según datos oficiales suministrados por el Banco Central, actualmente está en 4,1% del total de la cartera. Pero si dentro de este rubro se toman en cuenta sólo los créditos destinados al consumo (préstamos personales y tarjeta de crédito) sube al 4,5%. Hace sólo 10 meses atrás este último porcentaje era del 3,6%. En tanto, la morosidad en los préstamos por montos pequeños es significativamente más alta, en torno al 10%. 

David Mermelstein, analista del estudio Econviews, explica que “la morosidad está aumentando, pero desde mínimos históricos”. Agregó que “a partir de ahora, dado que las tasas crecieron con más fuerza y la inflación acumulada es significativa, todo esto le pone más presión a la capacidad de pago de la gente”. 

Un factor adicional a tener en cuenta es que la desaceleración de la economía prevista para el año próximo (algunas consultoras inclusive hablan de que el nivel de actividad no crecería prácticamente en 2009) genera nuevos interrogantes en la medida que la inestabilidad laboral y el desempleo podría repuntar en los meses venideros, complicando aun más el repago de la familias. 

“Hoy todavía no hay razón para pensar que estamos en una situación grave. Los bancos tienen bien previsionadas las carteras de préstamos, pero habrá que seguir de cerca la evolución de la morosidad en estos sectores”, señala Mermelstein.

Juan Cerruti