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Kiguel: "Todavía hay margen para que siga bajando la tasa de los bonos locales"

07 Febrero 2017

A Miguel Kiguel, director ejecutivo de Econviews y vicepresidente de Megainver, se lo nota optimista sobre el futuro de los bonos locales y de la economía argentina. "Este año vamos a crecer al 3.2-3.5%", asegura Kiguel, doctor en Economía de Columbia University y uno de los especialista en macroeconomía y mercados financieros más respetados del mercado local.

–Si usted fuese un analista macro-económico de China y analizara los fundamentals , ¿consideraría que están bien valuados los activos locales? ¿Las tasas de los bonos están bien valuados?

Viéndolo desde afuera creo que Argentina todavía hoy (y a pesar de todo lo que han bajado los rendimientos de los bonos locales), tienen margen para continuar comprimiendo sus spreads. Incluso Argentina es de los países que ofrece hoy en día de los mejores ratios riesgo/retorno en el mundo. Si se compara con Brasil por ejemplo, vemos que su deuda es mucho más elevada, del orden del 60-70%, con un déficit fiscal similar al de Argentina. La gran diferencia es que Argentina está encaminada hacia el crecimiento y Brasil no.

–¿Qué proyecciones de crecimiento manejan para 2017?–

Se empiezan a ver indicios de crecimiento. El ciclo de ajuste de precios ya pasó en 2016 y este año ese reacomodamiento va a ser mucho más gradual. El año duro fue el 2016 y para 2017 esperamos entre 3.2-3.5% de crecimiento. La diferencia para la economía argentina respecto de su pasado es la posibilidad de crecer por muchos años por varios motivos. Uno de los motivos es que hoy en día hay acceso al crédito mientras que antes era escaso y debíamos vivir de reservas. Hoy Argentina no tiene un problema de reservas e incluso nadie lo mira ni le interesa. Hoy a las reservas no las sigue nadie y es así como debería ser.

–¿Se puede venir un bull-market del PBI argentino?

Se puede dar aunque no deberíamos esperar una explosión de crecimiento. Hay dos elementos que afectan el PBI. El primer factor es el local y el otro es el mundo. A nivel local es difícil pensar que crezcamos al 8%. Eso no puede ocurrir ya que nadie en el mundo crece al 8%. Eso no implica que Argentina no entre en un escenario de crecimiento sólido para los próximos años. Lo importante es que desde 2018 a 2020 deberíamos seguir creciendo a tasas buenas de entre 3-4% de manera sostenida porque vamos a tener crédito, reservas, se trabajaría para resolver los problemas energéticos y se generarían nuevas oportunidades de un país en crecimiento.

–Hablando del crédito, ¿no le asusta la velocidad o dinámica en que se está emitiendo?

–La principal razón por la que se tomó deuda es porque se heredó un déficit enorme. El déficit siempre hay que financiarlo y es mejor con deuda que con emisión monetaria. Ahora bien, ajustar ese déficit muy rápido y de forma abrupta era una locura teniendo en cuenta el bajo nivel de actividad y que la economía está en recesión. Los déficits hay que reducirlos en la medida en que la economía empiece a crecer. El año 2016 fue de transición y 2017 será importante ver reducción de déficit. Haciendo una proyección a mediano plazo, vemos que para el año 2020 el ratio deuda sobre PBI rondaría el 32-33% del producto. No es un número alarmante pero sí es importante que la reducción del déficit se haga, lenta pero segura.

–Si tuvieses que elegir una única una variable económica a monitorear en el 2017, ¿cuál sería?

–Si mirara un dato solo sería la inflación. Creo que el desempleo va a seguir alto pero va a empezar a caer este año. Cuando hay crecimiento, hay más generación de empleo, sumado a la reactivación de la obra pública e inversión privada. La variable a la que más le temo es la inflación ya que si sube, el BCRA va a tener problemas para manejar la tasa y se pueden trasladar esas tensiones al tipo de cambio (que ya está atrasado). El BCRA hoy en día está haciendo lo correcto dentro de una política de metas de inflación pero la inflación no depende exclusivamente de la política monetaria sino que también le afectan variables de expectativas, las relaciones precio-salario-tipo de cambio. En concreto, la política monetaria es importante pero no lo único. Hoy en día hay menor dominancia fiscal ya que el Tesoro se puede financiar con deuda vía Letes y otros instrumentos y eso se va a consolidar en la medida en que el déficit se achique.

–¿Qué variable te daría el indicio que el brote verde está efectivamente llegando?

–Seguimos muchos indicadores y la mayoría provienen de la economía real como por ejemplo, IVA-DGI, impuesto al cheque, venta de autos, crédito al consumo, etc. Todos sirven de proxi al nivel de actividad y te dan un indicio del trayecto que viene teniendo la economía. Estamos siguiendo muchos indicadores y casi todos están indicando brotes verdes. No se ve un boom pero sí se nota un crecimiento. Brasil está empujando muy poco.

–Yendo a los bonos locales ¿tienen alguna preferencia?

–Nos gusta la parte media de la curva en los bonos con vencimiento a 2024, 2026, 2027. Esos bonos tienen valor y el riesgo está acotado. Bonos más largos como el 2046 tienen mucho valor aunque dependen más de que caiga el riesgo país y que la tasa americana a 10 años no suba tanto. En ese caso, son mucho más vulnerables a factores internacionales y las curvas de tasas de EE.UU.

–El Dow en 20.000. ¿Burbuja?

–En 20.000 no es obvia una burbuja. Una burbuja se da cuando sube sin ningún tipo de fundamentos. Eso no se parece a lo que está viviendo el mercado americano y está lejos de lo que pasó en el año 2000 en las tecnológicas.

–¿Cómo espera que actué la Fed este año? ¿Cuál podría ser el impacto en los activos argentinos?

–Estamos en un claro escenario de suba de tasas de corto y largo plazo. La tasa de largo reflejó el temor cuando subió Trump. Puede ser que suba un poco más pero no vemos que llegue a niveles preocupantes. Incluso yéndose a 3% sigue siendo una tasa baja para el mundo. Brasil o Colombia se verían más perjudicadas porque no pueden bajar el riesgo país. Trayendo eso a nivel local, veo que Argentina es uno de los pocos países que puede compensar la suba de tasas en el mundo con caída de riesgo país. Para eso es clave entrar en un ciclo de crecimiento económico acompañado por la reducción de déficit. Tenemos que ir a una política claramente contra-cíclica. La suba agresiva de tasas en EE.UU. puede pasar solamente si la inflación se escapa mucho. Ese es el único riesgo y si la inflación se va del 2% actual al 3% podría generar una suba de tasas. Lo que hay que ver muy cerca son los números de inflación.