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Lebac: subirían la tasa al 24%; vence el 41% del total

18 Abril 2017

El atractivo de las Letras del BCRA gana terreno ante la estabilidad del tipo de cambio. Mercado apuesta a la desinflación, pero no a las metas para 2017.

Mañana el Banco Central enfrenta un fuerte vencimiento del stock de Lebac, más del 41% del total, unos $320.000 millones. Tras la significativa decisión del Comité de Política Monetaria de subir la tasa de política monetaria en 150 puntos básicos al 26,25% (correspondiente al centro del corredor de pases a 7 días), el mercado aguarda su correlato en los rendimientos que convalidarán en la licitación mensual de mañana.

Al quebrar así la pax financiera que imperaba desde fines de noviembre del año pasado, el piso del corredor de pases (la ventanilla a la que sólo acceden los bancos) se ubicó en 25,5%. "A ese nivel y deduciendo el Impuesto a los Ingresos Brutos que pagan los bancos por las operaciones de pases pasivos, prácticamente se apareó a la tasa de mercado secundario de Lebac", señala Econviews.

Para los analistas, el BCRA no hará otra cosa que acoplar la tasa de corte de la próxima licitación de Lebac a la que ya estableció en el mercado secundario (vía compra y venta de títulos), la cual vino ajustando semanas atrás llevándola a niveles de 24,25% anual para la Letra más corta. Precisamente, el BCRA, al disponer de más datos de la evolución de los precios, comenzó ajustando los rendimientos de las Lebac en el secundario, en línea con el alza de las expectativas inflacionarias, que reflejó el último REM (encuesta del BCRA entre analistas y bancos). Así llevó los rendimientos en la licitación anterior, de marzo, al 22,25%, unos 50 puntos por encima de la imperante en el secundario (21,75%). Pero ya con la confirmación de los mayores índices de inflación de marzo, ajustaron la tasa de referencia al 26,25%. Ahora será el turno de los rendimientos de las Lebac que deberían pasar aproximadamente a más del 24% para la de 28 días de plazo (si se mantiene el cronograma oficial) en línea con la del mercado secundario.

Con estos rendimientos y con la expectativa de que el tipo de cambio mantenga cierto sesgo hacia la apreciación, no hay duda que mañana el BCRA recibirá otro tsunami de ofertas. Al respecto, en la de marzo llegaron propuestas por $304.582 millones. En esta oportunidad con un importante nivel de liquidez excedente en la plaza financiera el juego tasa-dólar promete otro interesante capítulo. Sobre todo en aras de la firmeza que transmitió el BCRA en pos de convencer al mercado y a los agentes económicos del cumplimiento de las metas para este año (inflación anual del 17% y 14,4% para la núcleo).

El mercado anticipa subas de precios razonables para abril (cercana al 2,3%) y salvo algún cisne negro, todo parece indicar que el proceso de desinflación requerido en lo que resta de 2017, para que se cumpla la meta de inflación, deberá ser relevante. O sea, una tasa de inflación inferior al 1% mensual promedio.

Todo esto en el marco de las negociaciones paritarias, el otro factor del que inyecta una dosis de preocupación al BCRA por el posible impacto en precios, en caso de que se convaliden reclamos excesivos en términos de la meta inflacionaria. Lo cierto es que el Gobierno espera que las paritarias terminen superando las referencias inflacionarias del BCRA, porque toda la apuesta electoral está puesta en la recuperación del consumo, y ello solo sobrevendrá si el salario real se recupera. Ya que es sabido que el impacto de la obra pública no llega a sentirse a pleno en la calle, ni mueve el amperímetro del PBI, como si lo hace el consumo. En ese caso es la inversión privada la que gravita mucho más en términos de creación de empleo y de actividad.

Econoviews contempla que el BCRA mantendrá la tasa en este nivel por tres meses más y luego la reducirá gradualmente 50 puntos por mes hasta llegar a 23,25% en diciembre. Para FyEConsult, ante la creciente expectativa de que no se cumplirá la meta de inflación al BCRA se le impone "hacer algo", más allá de la suba reciente de tasa de Lebac y Pases. Si no hace nada, el riesgo es una pérdida de credibilidad por el bajo compromiso con la meta y que, posteriormente, lo obligue a sobrerreaccionar para reducir las presiones y expectativas inflacionarias.